Es muy importante a la hora de declarar los datos oficiales de los vehículos conocer su clave de identificación, ya que estos también tienen su propio DNI, conocido oficialmente como Número de Identificación del Vehículo (NIV). De forma popular también se le llama número de bastidor. Este código alfanumérico único de cada automóvil está compuesto por 17 cifras y letras, y es asignado por el fabricante. Se trata de un código inalterable a lo largo de toda su vida útil, y cuyas especificaciones técnicas de este sistema de identificación se encuentran detalladas en el Anexo II del Reglamento (EU) 2021/535.
La información que proporciona el NIV permite conocer no solo qué empresa fue la encargada de fabricar el vehículo y dónde, sino también los detalles más relevantes cómo los tipos de piezas, el motor, la carrocería e incluso los airbags. Pero su función principal es la de identificación de vehículos robados, ya que sirve de mucha utilidad detectar la localización de los automóviles en el caso de que estos hayan sido usurpados a sus dueños.
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Facilita a los talleres también la búsqueda de piezas de recambio que puedan encontrarse en otros vehículos creados por la misma fábrica. Aunque para las autoridades sirve de total utilidad saber si este ha sufrido alteraciones en el momento de la compra-venta de un automóvil de segunda mano, y poder detectar así ilegalidades.
¿Dónde se encuentra?
Según la DGT, el NIV debe de estar “marcado en un lugar claramente visible y fácilmente accesible, de manera que el marcado no pueda borrarse ni deteriorarse”. Y aunque cada fabricante determina cuál es el lugar más adecuado para respetar los aspectos estéticos del coche, siempre debe de encontrarse en el lado derecho, tal y como determina la normativa. Este puede estar escrito en lugares como la puerta del conductor, el salpicadero o debajo del parabrisas.
Aunque su escritura también esta regulada por las autoridades, ya que determinan que sus caracteres deben de tener al menos 7 mm de altura y estar escritos en mayúsculas, sin espacios entre cada una de las letras y números. Además, no se pueden utilizar las letras O, I y Q, ya que pueden provocar confusiones, al igual que los números 0, 1 y 9. Todo a excepción de los fabricantes que cuenten con una producción anual inferior a los 500 vehículos, ya que en este caso el tercer número siempre será un 9.
Este código se divide en tres secciones distintas entre las que se “esconde” un dígito de control, que incluyen el World Manufacturer Identifier (WML), la Vehicle Descriptor Section (VDS), y Vehicle Indicator Section (VIS). El WML son los tres primeros caracteres que determinan al fabricante, con un código determinado por el organismo de homologación del país donde se encuentra la sede principal del fabricante.
EL VDS compone los cinco siguientes caracteres y describe las características del vehículo. El Dígito del control es la novena posición del NIV, un código creado mediante una fórmula matemática específica, detallada de la sección C del Reglamento (EU) 2021/535. Y por último, el VIS consta de los últimos ocho caracteres, de los cuales los cuatro finales son dígitos, utilizados para proporcionar detalles adicionales como la planta de fabricación.
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