El asesinato de Asunta Basterra Porto, de tan solo 12 años, conmocionó a toda España en el año 2013 por su crudeza y la forma en la que se desenvolvió toda la historia a su alrededor. Ahora vuelve a estar en boca de todos gracias a la serie creada por Netflix y protagonizada por Candela Peña y Tristán Ulloa, que mezclando realidad y ficción, cuenta todo lo ocurrido.
Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron los dos condenados por el asesinato de su hija adoptiva y el juez les impuso una pena de 18 años de prisión a cada uno de ellos. El padre sigue cumpliendo su condena en la cárcel de Teixero, mientras que la madre apareció ahorcada el 18 de noviembre de 2020 en la celda en la que se encontraba de la prisión de Brieva, Ávila, tras haber tenido varios intentos de suicidio. Este suceso abrió una nueva trama a la historia principal, ya que Porto tenía en su poder un patrimonio que ascendía a los tres millones de euros.
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Tres casa, joyas, obras de arte...
En su poder, la mujer tenía tres casas: su vivienda habitual, en Teo, a escasos kilómetros de Santiago de Compostela, y dos más en la capital gallega, una de ellas heredada de sus padres, cuya muerte también fue investigada, ya que fallecieron poco antes que su nieta de forma repentina lo que abrió la suposición de que habían sido asesinados por su herencia y podía tener relación con la muerte de Asunta. Esto acabó siendo desmentido por los investigadores.
A parte de las viviendas, Porto tenía una gran cantidad de joyas, obras de arte y figuras de porcelana; y aproximadamente medio millón de euros en el banco. Todo esto ascendía a unos tres millones de euros. Entonces, estando su hija muerta y su exmarido en la cárcel, ¿Quién recibió esta millonaria herencia?
‘La Nena’
Rosario Porto dejó escrito en su herencia que fuera repartido en dos partes: Una para sus abogados y otra para su amiga más íntima, María Teresa Sampedro conocida como ‘La Nena’. Sin embargo, los letrados decidieron renunciar a la parte que les tocaba, por lo que la totalidad de la herencia quedó en manos de su amiga.
‘La Nena’ era una de las mejores amigas de Rosario, que se conocían desde que eran niñas. Las dos eran grandes confidentes de la otra, llegando al punto que Teresa se convirtió en la mano derecha de la abogada. Cuando la madre fue detenida y no pudo acudir a la incineración de su hija, fue ‘La Nena’ la encargada de recoger las cenizas de Asunta del tanatorio.
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Aunque todo el patrimonio iba para su amiga, Rosario quiso dejar una última voluntad que debían llevar a cabo sus herederos. Parte del dinero obtenido debía destinarse a la donación de tres causas benéficas. No venía especificada la cuantía, pero si que tenía que ser entregado a Amnistía Internacional, SOS presos de Galicia y Human Rights Watch.
Los problemas con la finca de Montouto
La finca de Montouto fue una de las casas que pasaron a ser parte de las propiedades de ‘La Nena’ tras la muerte de su amiga. Esta fue la vivienda en la que tuvo lugar el asesinato de la niña y que ya en su momento Rosario quería deshacerse de ella por su estado ruinoso.
Se trata de una vivienda de 400 metros en una parcela de 10.000 metros cuadrados, con piscina y pista de tenis en un recinto cercado por un enorme muro de piedra que perteneció en su día a los padres de Rosario y que ella heredó tras la muerte de estos en 2012, un año antes del crimen.
La heredera también tuvo la intención de venderla en cuanto la tuvo en su posesión, pero se le han presentado obstáculo tras obstáculo. Poco después de que se cerrara la investigación del caso, se instalaron en la misma okupas, y que según las comprobaciones realizadas por el periódico ABC en 2023, siguen viviendo ahí. Esto ha hecho imparable el deterioro de la casa debido a la falta de mantenimiento, brotando la maleza y dejándola como una ruina. A todo esto hay que sumarle un incendio que sufrió y requirió la presencia de los bomberos.