La iglesia de San Fermín de los Navarros, ubicada en Madrid, ha sido testigo de una de las bodas más esperadas de la temporada, la de Javier García-Obregón y Eugenia Gil. Este enlace matrimonial ha tenido un punto mediático por el novio, ya que es sobrino de la actriz y presentadora Ana Obregón. Por supuesto, ella ha sido una de las asistentes, así como otros rostros conocidos como Nuria March, quien es muy amiga de la familia, o la periodista Marta Robles.
Los primeros en llegar han sido los García-Obregón: Juancho y su mujer, Marta Vázquez de Castro; Ana Obregón, que asistía acompañada de sus hermanas Amalia y Celia, además de por Javier, el padre del novio, y la mujer de este, María Tevenet.
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Aunque Ana Obregón no asistió a la pedida de mano, celebrada el pasado mes de febrero, en esta ocasión no se ha querido perder la cita, pues era clave para toda la familia, que se ha vuelto a dejar ver unida y celebrando el amor. La gran ausente ha sido Ana Sandra. Su abuela desvelaba que la había dejado en casa con todo el dolor de su corazón porque “todavía es muy pequeña”.
Dos madrinas
Tal y como desveló el matrimonio a golpe de exclusiva en la revista ¡HOLA!, la madre del novio, Paloma Lago, no ha sido la única madrina de la celebración. Eugenia le propuso a su madre, Julia Muñoz, compartir esta categoría con su suegra y, por supuesto, aceptó, protagonizando una tierna imagen en la ceremonia religiosa.
Y pese a que este ‘sí, quiero’ ha estado marcado por el romanticismo y los detalles, no ha estado exento de polémica, ya que la novia se ha retrasado cuarenta minutos. Esto ha provocado el nerviosismo de los invitados, del novio y sobre todo del cura, que ha salido para hablar con las organizadoras del enlace para saber si todo estaba en orden y cerciorarse de que Eugenia iba a acudir. Tampoco han acudido al enlace las primas del novio: la hija de Celia no ha podido asistir por motivos laborales y las hijas de Amalia se encuentran fuera de la capital.
Mucho más dolorosa ha sido la ausencia de los abuelos paternos del novio, fallecidos en los últimos tres años, además de su primo Aless Lequio, al que estaba muy unido. Esto ha provocado las lágrimas de Ana y del resto de su familia, que se han acordado de ellos en este momento tan feliz.
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Tras el ‘sí, quiero’, los novios y sus invitados han abandonado la iglesia asegurando que el retraso de la novia no se debe a ningún problema, ya que Eugenia, según ha confesado, “siempre llego al límite”. El padre del novio, Javier García-Obregón, por su parte, ha desvelado que “hemos estado nerviosos, pero ya tranquilos, ha habido de todo un poco, también lágrimas. Como consejo les digo que se tengan mucho respeto, mucho cariño y se quieran mucho”.
El vestido de la novia
Para su gran día Eugenia ha confiado en la firma AnmarGo, que ha creado para la ocasión un traje clásico de tirantes anchos y liso al frente que destacaba por una gran lazada en la espalda a modo de cola. Además, ha añadido unos guantes clásicos que aportaban al look un aspecto clásico. Lo ha conjugado con joyas de Rabat, firma que también ha hecho sus alianzas. En la mano ha llevado un ramo romántico de rosas en tonos claros.