El Consorcio Regional de Transportes, órgano que depende de la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso, ultima ya un gran contrato público que rediseñará el mapa de la red de autobuses interurbanos y urbanos que cada año transportan una media de 265 millones de viajeros por toda la región. El anteproyecto de este mapa ya está en la Consejería de Hacienda, que debe dar el visto bueno al coste del mismo, que con toda seguridad superará los 7.000 millones de euros, lo que convierte a esta licitación pública en una de las más importantes de Europa en materia de transportes por carretera.
Lo que hace el Consorcio es adjudicar la concesión de la red de autobuses interurbanos y urbanos para que empresas privadas presten este servicio. A cambio, reciben un canon de la Comunidad de Madrid en función del número de viajeros que transportan. La actual concesión vence el 31 de diciembre de 2024, por lo que el Consorcio lleve meses trabajando en el nuevo mapa concesional “hablando con todos los actores implicados, Ayuntamientos, asociaciones de usuarios, empresas de transporte y sindicatos”, según explicó hace unos días el gerente del Consorcio, Pablo Rodríguez Sardinero, en la comisión de transportes de la Asamblea de Madrid.
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Y es que los pormenores del nuevo mapa concesional son un secreto hasta que no se haga público el anteproyecto, previsiblemente en el mes de mayo, para que se puedan presentar alegaciones. Actualmente, hay 36 títulos concesionales en el que 36 compañías de transporte gestionan casi 470 líneas de autobuses que permiten que el 97% de la población de Madrid está conectada a través de este sistema de transporte. Un total de 2.100 vehículos prestan servicio en las líneas interurbanas y urbanas, que realizan anualmente 185 millones de kilómetros y que mueven a miles de madrileños a través de 22.500 paradas.
Obviamente en este mapa concesional no entra la EMT, el servicio de autobuses urbanos de la capital que gestiona el Ayuntamiento de Madrid, ni tampoco el servicio de autobuses municipales de Fuenlabrada, localidad que también gestiona sus líneas urbanas. Sí está el resto de líneas que conectan, por ejemplo, la capital con el resto de municipios o localidades de diversas zonas entre sí. Será la primera vez que se liciten al mismo tiempo todas estas concesiones. Hasta ahora nunca se había hecho. La diputada socialista Cristina González critica el secretismo con el que se ha llevado el diseño de este mapa y que no se haya consultado a muchos Ayuntamientos de localidades afectadas para conocer sus necesidades.
Algo que desmintió categóricamente el gerente del Consorcio en su intervención en la Asamblea, que aseguró que se ha reunido con todos los municipios de más de 50.000 habitantes y con otro centenar de localidades de menor población para tener una radiografía exacta para prestar el servicio de la mejor manera. Hay que tener en cuenta que lo que se está diseñando es el transporte por carretera de la próxima década, una concesión que puede ser prorrogable cinco años más. “Es una tarea ardua y complicada”, aseguró Rodríguez Sardinero.
No se sabe cuántas líneas integrarán el nuevo mapa concesional, lo que es seguro es que habrá más que las que hay ahora, ya que la Comunidad de Madrid va a crecer poblacional y urbanísticamente en la próxima década. “Habrá más líneas, aumento de frecuencias y mayor cobertura territorial en poblaciones de pocos habitantes”, señaló Rodríguez Sardinero. Como novedades, las nuevas concesiones impondrán a las nuevas empresas que ganen los contratos que sus autobuses tengan rampas para facilitar el acceso a viajeros con movilidad reducida, espacio para portaequipajes y permitirán el pago con tarjeta de crédito en el mismo vehículo.
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Otro de los objetivos del mapa concesional es renovar el parque móvil para que la flota de autobuses no contamine, es decir, sean vehículos cero emisiones. Las empresas que ganen las concesiones, sobre todo si entran nuevas compañías, tendrán que subrogar a los trabajadores de las líneas de las que se hagan cargo, respetando los acuerdos de empresa vigentes en cada caso. ¿Cuánto pagará la Comunidad de Madrid? Es el gran secreto. En la comisión de la Asamblea se desvelaron algunas cifras: el valor inicial de la concesión de 2023 es, por ejemplo, de 605 millones al año, pero finalmente el Consorcio liquidó 755 millones. Para 2024 ha presupuestado 843 millones. Como la licitación será por diez años, está previsto que la concesión se mueva entre los 7.000 y los 8.000 millones. Lo que sí está claro es que el nuevo mapa recogerá una de las promesas electorales de Ayuso: reducir todas las tarifas del transporte a solo dos: la A (capital) y la B (para el resto de municipios).