La reciente subida de la inflación y por consecuente el aumento de los precios inmobiliarios ha creado clima de crispación entre los inquilinos y sus arrendadores. La falta de contacto entre ellos y la poca preocupación sobre la situación del inmueble suele ser una de las mayores quejas de los alquilados; por su parte, los propietarios suelen poner el foco en el estado de la vivienda una vez la abandonan y la puntualidad en los pagos del alquiler.
Sin embargo, este tipo de malentendidos pueden evitarse si se conocen todos los derechos y deberes que se encuentran establecidos en el contrato de arrendamiento incluidos tanto por parte de los inquilinos como del casero para evitar las cláusulas abusivas. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece las directrices sobre lo que está permitido en los acuerdos, subrayando la importancia de revisar detenidamente los documentos antes de su firma.
Te puede interesar: A la guerra contra Alquiler Seguro por un alquiler digno en España: “Desde la firma del contrato, ha sido un abuso tras otro”
Esta Ley señala que los aumentos de los alquileres solo están permitidos anualmente y según lo pactado en el contrato. Recientemente con la nueva Ley de Vivienda aprobada por el Gobierno y vigente desde el 1 de enero. En esta, se establece la nueva distinción entre grandes propietarios y pequeños propietarios para poner un límite a la subida de los precios del alquiler.
Para los grandes propietarios, aquellos que tienen cinco o más viviendas, el “tope” de la subida se fija en un 3%; mientras que los pequeños, quienes tienen cuatro o menos, sí que pueden negociar un aumento superior al 3% siempre que haya un acuerdo mutuo con el inquilino. Además, se tiene en cuenta la posibilidad de aumentar hasta el 5% en el caso de que durante el 2023 no ocurriese la subida de salario.
La necesidad de conocer la legislación antes de la firma del alquiler
La LAU señala que los aumentos del alquiler solo pueden realizarse anualmente y según lo pactado en el contrato, generalmente referente a índices oficiales como el Índice de Garantía de Competitividad. Sin embargo, la problemática surge debido a la falta de información, por la cual algunos propietarios imponen condiciones que sobrepasan las limitaciones legales: “La falta de información acerca de qué se puede hacer o qué no en un piso de alquiler hace que, en muchas ocasiones, los arrendadores establezcan cláusulas abusivas en los contratos”, indicó Fotocasa a este medio.
Por lo tanto, es muy importante conocer toda la información sobre las normativas que rigen los contratos de alquiler para evitar las prácticas ilegales y no consentidas por la legislación actual. Además, cada tipo de incremento en el precio del alquiler debe de estar justificado y debe de ser acorde a lo estipulado legalmente.
Te puede interesar: El deseo de los arrendadores de esquivar la Ley de Vivienda y subir los precios dispara un 56% el alquiler de temporada
Los expertos inciden en una lectura atenta tanto a las cláusulas específicas del contrato como de la LAU antes de la firma de este. Así no solo se ayuda a aclarar las dudas sino también para asegurar una convivencia armónica entre las diferentes partes involucradas y evitar conflictos.