La pensión de incapacidad permanente es un beneficio que la Seguridad Social proporciona a los trabajadores que, a consecuencia de un accidente o una enfermedad, experimentan una disminución de su capacidad para trabajar. Existen cuatro distintos grados de incapacidad dependiendo de la gravedad y la afectación del accidente o la enfermedad: la Incapacidad Permanente Parcial, la Incapacidad Permanente Total, la Incapacidad Permanente Absoluta y la Gran Invalidez.
El propósito de esta ayuda es suplir la falta de ingresos debido a la incapacidad para desempeñar un trabajo. Su concesión no requiere de una edad específica para su solicitud, aunque es fundamental haber contribuido a la Seguridad Social por un periodo mínimo, salvo en casos derivados de accidentes laborales o enfermedades de carácter profesional.
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Esta subvención es revisable. Esto quiere decir, que al cabo de un tiempo, el caso se puede evaluar para comprobar si se ha producido una mejora o deterioro en la condición del beneficiario. Esta revisión, responsabilidad de la Seguridad Social, se suele realizar cada dos años y puede resultar en modificaciones de la prestación o incluso en su extinción.
Si una persona considera que sus circunstancias personales han cambiado y que pueden, por ejemplo, recibir una cuantía mayor de ayuda, se puede solicitar la revisión de incapacidad.
En la sede de la Seguridad Social hay un documento llamado Solicitud de revisión de la incapacidad permanente, que se deberá rellenar añadiendo la documentación exigida e incorporando la mayor cantidad posible de información que se disponga. La resolución de la solicitud será recibida en el domicilio.
Además, la pensión por incapacidad permanente dejará de ser revisable en el momento en el que se alcance la edad de jubilación, que llegará, como mínimo a los 65 años.
Hay que saber que la cuantía de las pensiones por incapacidad permanente viene determinada por la base reguladora de cada trabajador y el grado de incapacidad reconocido. Además, la cuantía de la ayuda varía según la comunidad, y la brecha entre comunidades es cada vez más grande. País Vasco tiene las prestaciones más cuantiosas, con una media de 1.479,48 euros al mes, seguido de Navarra (1.374,52 euros mensuales) y Asturias (1.320,22 euros mensuales). La parte baja de la tabla, en cambio, lleva el sello de Extremadura (990,39 euros) y Murcia (1.050,34 euros mensuales).
En qué casos pueden retirar la pensión por incapacidad permanente
Entre las razones por las que pueden retirar una pensión por incapacidad permanente se encuentran:
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- Haber iniciado un trabajo que resulte incompatible con el nivel de incapacidad.
- Experimentar una mejora en el estado de salud que disminuya las restricciones para realizar trabajos.
- La posibilidad de que exista un error en el diagnóstico inicial, lo que requeriría una revaluación del caso.
- Descubrir que el comportamiento del beneficiario es incoherente con la incapacidad declarada.
- Si los informes médicos del sistema de salud público muestran una evolución en la enfermedad o lesión del paciente, lo que llevaría al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) a reconsiderar su capacidad para trabajar.