La cadena de supermercados Aldi ha anunciado, mediante una nota de prensa, la bajada de precios en más de 400 productos de su catálogo en todos sus supermercados en España. De esta forma, facilitan el ahorro de más de 104 euros a sus clientes y se suman a Mercadona, Carrefour y Lidl, compañías que ya anunciaron bajadas de precios de su surtido en un momento marcado por el alza de la inflación en España.
Durante el primer trimestre del año, la firma ha aplicado descuentos permanentes de hasta el 23% en distintas categorías de producto, con el fin de colaborar con sus clientes al reducir el precio total de la cesta de la compra. De esta forma, garantizan una opción de compra completa, sencilla y económica, centrada en el producto de ‘marca blanca’, en su gran mayoría de origen nacional.
Desde Aldi buscan garantizar el ahorro mediante el compromiso con el producto nacional, con quien comparte una visión sobre la calidad del producto y las relaciones de confianza.
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Durante los últimos meses, la cadena ha buscado intensificar la revisión regular de sus precios y procesos internos, a fin de aplicar mejoras que puedan beneficiar a los consumidores respetando la ley de la Cadena de Valor. Según un estudio realizado por la compañía, en base a los datos publicados por Kantar Worldpanel, una cesta de la compra con productos de marca Aldi puede suponer un ahorro anual de 696,62 euros para una familia española.
‘Guerra’ entre supermercados y distribuidoras
Actualmente la distribución de productos en cadenas de supermercados se encuentra en un punto marcado por la crispación entre fabricantes y distribuidores. Los consumidores, afectados por la reducción de su capacidad de compra debido a la crisis inflacionaria, se inclinan cada vez más hacia los productos de marca blanca como alternativa de ahorro. El sector, agitado por la reciente crisis del IPC, denota un palpable estado de “inquietud” entre sus fabricantes. Desde Promarca, critican a las grandes cadenas de supermercados en España, acusándolas de limitar la variedad de productos, y consideran esta estrategia como una forma discriminatoria de “competencia desleal”, especialmente por cómo se gestionan los márgenes de beneficio entre productos.
Las cadenas de supermercados incrementan los márgenes de beneficio para los productos de marcas de fabricantes, en comparación con la marca blanca. Así se extrae del informe Márgenes de Comercialización en el sector de la Distribución Alimentaria, elaborado por The Brattle Group y presentado por la patronal. Según este estudio, el objetivo es motivar al consumidor a optar por los productos de la marca del distribuidor. El análisis revela que, en ciertos casos, el margen de ganancia para los productos de las marcas de fabricante ha sido de entre 2 y 18 veces mayor que el aplicado a los productos de marca de distribuidor. Esto, según Promarca, crea una distorsión de la competencia y otorga a los distribuidores un poder de negociación más fuerte.