La pensión de alimentos o pensión alimenticia es una obligación legal que se establece con el fin de garantizar que los hijos que son dependientes económicamente de sus progenitores cuentan con el soporte necesario para cubrir sus necesidades básicas, como por ejemplo la alimentación, ropa, vivienda, educación y asistencia médica. Esta retribución debe estar estipulada por sentencia firme, en caso de divorcio contencioso, o con un acuerdo, en caso de que la separación sea de mutuo acuerdo. El problema es que en ocasiones, el progenitor obligado a pasar la pensión alimenticia, rehúsa de llevar a cabo esta transacción o no sabe hasta cuándo debe abonarla.
El cumplimiento de la responsabilidad económica con los hijos tras un divorcio o separación, mediante la pensión de alimentos, es un deber legalmente establecido que, de ser ignorado, puede acarrear consecuencias judiciales significativas. En España, la ley exige que cualquier acuerdo por el que se establece la pensión de alimentos, ya sea resultado de un divorcio contencioso o mediante un convenio regulador en casos de mutuo acuerdo, debe cumplirse fielmente según lo estipulado en una sentencia firme o convenio firmado.
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En situaciones donde se incumple el pago establecido para la manutención de los hijos, el progenitor custodio, generalmente la madre, tiene el derecho de tomar acciones legales contra el incumplidor. Estas acciones pueden tomar la forma de una demanda de ejecución de sentencia por el impago, iniciando así un procedimiento de reclamación de cantidad, o mediante una denuncia que desencadena un procedimiento penal por impago de pensión de alimentos, considerado como un delito de abandono de familia.
La legislación española, a través del artículo 227 del Código Penal, establece que el incumplimiento de esta obligación se sanciona con pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a veinticuatro meses en casos donde el progenitor no custodio deje de abonar la pensión durante dos meses consecutivos o cuatro meses no consecutivos, con la condición de que dicha pensión haya sido estipulada previamente en una sentencia o resolución firme.
En el evento de ser denunciado y posteriormente condenado, el obligado a pagar la pensión deberá afrontar no solo las sanciones mencionadas sino también el pago de los atrasos pendientes. Es relevante saber que el abono de estas cantidades atrasadas antes del juicio puede contribuir a atenuar la condena.
Existen interrogantes sobre si el abono parcial de la pensión puede llevar a una condena. La respuesta es afirmativa; el pago de solo una parte de la pensión durante un período extendido, de tal manera que el impago sea considerado relevante, o que demuestre una intención de evadir el pago completo de la pensión de alimentos, puede resultar en una condena.
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Cuando se puede dejar de pagar la pensión
En cuanto a la finalización de este deber, la legislación especifica que la resolución judicial o el convenio regulador debe establecer claramente los términos del cese de la obligación de pagar la pensión de alimentos. La pensión puede extinguirse cuando los hijos tengan capacidad de trabajar y generar ingresos suficientes por sí mismos, lo que les permitiría prescindir de esta ayuda económica. Además, situaciones en las que el hijo prolongue sus estudios de manera indefinida sin buscar empleo, o incluso trabaje intencionalmente de manera insuficiente podrían ser consideradas como un comportamiento inadecuado, justificando así el cese del pago de la pensión.