Mi reno de peluche ha copado todas las conversaciones de la semana en la prensa, las sobremesas y las redes sociales. El nuevo hit de Netflix creado y protagonizado por Richard Gadd se ha convertido en la serie sorpresa de la temporada, capaz de consensuar a todo tipo de audiencias. La ficción, basada en un caso real, escapa de los convencionalismos para adentrarse en territorios de lo más corrosivos a la hora de abordar temas como el acoso, la identidad sexual, los traumas psicológicos o los abusos dentro del mundo del espectáculo.
La serie del gigante del streaming narra la historia de Donny Dunn (Gadd), un cómico que está pasando una mala racha y que decide tener un detalle con una desconocida, una mujer que coincide en su estado de ánimo y que termina obsesionándose con él. Martha Scott (interpretada por Jessica Gunning) comienza a enviarle miles de correos electrónicos y cientos de mensajes de voz al cómico, que se ve envuelto en una vorágine de culpabilidad que le bloquea a la hora de buscar una escapatoria. Los 41.071 correos electrónicos y los 24 meses de persecución han dado vida a Baby Reindeer en su versión original, una serie que se ha convertido en la más vista en España y en otros 40 países.
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“Ese acto de bondad cambia la vida de Donny para siempre, porque durante los tres años siguientes, Martha le acecha”, ha explicado la actriz Jessica Gunning. “Le envía 41.000 correos electrónicos y cientos de horas de mensajes de voz. Pero no es la típica historia de acosadores”, subraya. Lo perseguía, le mandaba regalos, y lo llamaba baby reindeer (bebé reno). La ficción ha sido tan exitosa que la supuesta acosadora real ha roto su silencio.
“Yo soy la víctima aquí”, ha declarado en una entrevista con Daily Record en la que niega los hechos que se relatan en los episodios de Mi reino de peluche. “He recibido amenazas de muerte a pesar de que muchas de las cosas que afirmó simplemente no son ciertas”, ha añadido. Martha Scott y Donny Dunn son los nombres ficticios que Gadd emplea para contar la historia que vivió en sus propias carnes.
“Estuve en compañía de Richard Gadd en varias ocasiones, pero no lo acosé como él afirma”, ha continuado relatando. “Es una grave intrusión en mi privacidad, no lo he visto en 12 años”, ha dicho de la ficción que se ha colado en los televisores de todo el mundo. “Este fin de semana busqué en Google y las historias sobre Richard Gadd y Baby Reindeer estaban por todas partes”, ha apostillado. La mujer, graduada en Derecho y de casi 60 años de edad, ha admitido no sentirse identificada con Martha y tampoco con Gunning, la actriz que, supuestamente, se inspira en ella.
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“No quería que fuera un relato victimista. Creo que hubo una versión de la serie en la que me escondí un poco de mis propios errores, y le ofrecí esta taza de té como un tipo perfecto y agradable. Pero cometí errores. Y creo que el arte es bastante interesante cuando no sabes de parte de quién estás. En cierto modo sientes pena por Martha, pero luego sientes pena por Donny, y luego vuelves a sentir pena por ella, luego la odias a ella y lo odias a él”, ha reflexionado Richard Gadd en una entrevista para Netflix. ¡Cuidado, que vienen spoilers!
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Mi reno de peluche termina con Martha siendo arrestada y declarada culpable, teniendo que afrontar una condena de nueve meses en prisión, además de una orden de alejamiento hacia Donny de cinco años. Por su parte, Donny hace las paces con su expareja Keeley (Shalom Brune-Franklin) y vuelve a vivir con Liz (Nina Sosanya), con la que Donny estaba viviendo al principio de la serie. Allí encuentra un viejo guion con notas de su antiguo “mentor” y agresor, Darrien (Tom Goodman), y este decide hacerle una visita sorpresa.
Después de que Darrien califique su confesión viral de “valiente” y le ofrezca trabajo, Donny se marcha y se desmaya en mitad la calle intentando procesar la avalancha de emociones que ha sufrido. Sin embargo, tiene la extraña idea para sentirse mejor de revisar los antiguos mensajes de voz de Martha.
“Me encanta esa secuencia. Me gusta la sorpresa de volver a la puerta de Darrien. Me encanta la sorpresa de escuchar los mensajes de voz. Creo que hay una psicología profunda que me gusta mucho. Alguien que se siente tan solo y aislado que decide escuchar los mensajes de voz de su antiguo acosador”, explica Gadd.