Este lunes es el día en el que Pedro Sánchez ha anunciado su decisión sobre si deja su cargo o no. Tras la apertura de diligencias a raíz de una denuncia presentada por el pseudosindicato Manos Limpias contra su mujer, Begoña Gómez, Sánchez publicó una nota en la que aseguraba que existía la posibilidad de abandonar la presidencia. Al final ha decidido seguir, pero en el caso de haberlo hecho, se habría convertido en expresidente, lo que lleva consigo una serie de beneficios.
Desde el momento en el que entró en vigor la Constitución, en 1978, y hasta el Gobierno de Pedro Sánchez son cinco personas las que ostentan el título de expresidente en España: Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Desde 1992 el Estatuto de los Ex Presidentes del Gobierno, regulado en el Real Decreto 405/1992, de 24 de abril, recoge las condiciones y ventajas en que acompañan a este cargo.
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La primera de todas esa una pensión indemnizatoria, de la que también se benefician otros altos cargos del Gobierno y el Estado, que supone el 80% de su sueldo original y solo pueden disfrutar un máximo de dos años tras dejar el cargo. El sueldo actual de Pedro Sánchez es de 90.010 euros brutos, por lo que su pensión habría alcanzado los 72.008 euros.
Sin embargo, esta compensación tiene una limitación y es que es “incompatible con cualquier otra retribución derivada de actividades públicas o privadas”, según viene recogido en el Real Decreto-Ley 20/2012. Por ello la persona que ha desempeñado el cargo tiene el derecho a renunciar en cualquier momento a percibir la indemnización.
Otros beneficios
A parte de esta retribución, los expresidentes tienen una serie de beneficios adicionales. El primero, del ámbito protocolario, es que gozarán del tratamiento de “Presidente” y siempre ocuparán el lugar que oficialmente les corresponda conforme al Ordenamiento General de Precedencias en el Estado.
En cuanto al transporte, dispondrán de un automóvil de representación con conductores y disfrutarán de libre pase en sus viajes regulares del Estado por tierra, mar y aire. En el caso de salir fuera del país, podrán gozar del apoyo de los servicios de la representación diplomática española. Además, tendrán los servicios de seguridad que las autoridades del Ministerio del Interior estimen necesarios.
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La pensión indemnizatoria no es la única retribución económica que reciben los expresidentes. Sumada a ella tienen el derecho a una “dotación para gastos de oficina, atenciones de carácter social, y en su caso, alquileres de inmuebles, en la cuantía que se consigne en los Presupuestos Generales del Estado”. En los Presupuestos actuales, los de 2022, está cuantía es de 74.580, según lo recoge Newtral.
Por último, pueden elegir a dos personas para que trabajen a su servicio. “Se adscribirán a su servicio dos puestos de trabajo, uno de nivel 30 y otro de nivel 18, que serán cubiertos, a su propuesta, mediante el sistema de libre designación”, recoge el Estatuto de los Expresidentes, que añade que “dichos puestos de trabajo se incluirán en la relación de puestos de trabajo correspondientes a la Presidencia del Gobierno prevista en la del Ministerio de Relaciones con las Cortes y de la Secretaría del Gobierno”. Estos trabajadores tendrán la consideración de “personal eventual de gabinete” y en el caso de ser funcionarios, pasarían a la situación de servicios especiales.