El sueldo de un médico de familia en Madrid en el primero año de residencia MIR

La remuneración de los médicos residentes en España varía considerablemente según la comunidad autónoma y el año de residencia

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Un médico revisa unas radiografías (Pexels)
Un médico revisa unas radiografías (Pexels)

Ser MIR (Médico Interno Residente) de primer año en España supone enfrentarse a numerosos desafíos y situaciones de alta presión. Este período se caracteriza por ser una etapa intensa de formación práctica en la que los médicos recién graduados comienzan su especialización. Implica largas jornadas de trabajo, en las que además de las actividades asistenciales, deben continuar con su formación teórica y práctica.

Estos recién licenciados deben adaptarse rápidamente al funcionamiento interno de los hospitales, aprender a manejar situaciones clínicas complejas y tomar decisiones importantes bajo presión. Además, suelen ser los responsables de las tareas más básicas dentro de los equipos médicos, lo cual puede ser una fuente de estrés adicional.

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Por todo ello, es común que los MIR experimenten situaciones de estrés, agotamiento y presión, tanto por las exigencias del entorno como por la responsabilidad inherente a la atención de los pacientes. Sin embargo, también es una oportunidad única para el aprendizaje intensivo, el desarrollo de habilidades y competencias clínicas, además de la toma de contacto real con el ámbito de su especialización. Aunque el salario no acompaña lo suficiente.

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La remuneración de los médicos residentes en España varía considerablemente según la comunidad autónoma y el año de residencia, oscilando los sueldos mensuales netos desde un mínimo de 1.063 euros a un máximo de 2.005 euros, sin contar las horas de guardia. Este rango salarial refleja las diferencias en las políticas de salud regionales así como el progreso en la trayectoria formativa de los residentes. Específicamente, en Madrid, el salario de un residente incrementa gradualmente con cada año completado, iniciando en 1.169 euros netos mensuales para los de primer año y llegando hasta 1.477 euros netos mensuales para los de quinto año.

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El impulso de las guardias

No obstante, las guardias representan un complemento significativo a la remuneración básica de los residentes. Según el año de residencia, las tarifas por hora extra varían, siendo más elevadas durante días festivos y especiales. Por ejemplo, en Madrid, las guardias pueden aumentar considerablemente el ingreso mensual de los residentes, dependiendo de la cantidad de horas trabajadas en este régimen. Se estima que, incorporando 80 horas extra por mes, los ingresos pueden variar desde aproximadamente 1.829 euros netos para residentes de primer año hasta 2.482 euros netos para los de quinto año, todo esto sin contar horas regulares de trabajo.

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Estos datos no solo subrayan la estructura salarial dentro del sistema de salud española para los profesionales en formación sino también resaltan la importancia de las guardias como parte integral de la experiencia formativa y económica de los médicos residentes. A pesar de los retos que implica, la residencia médica sigue siendo un paso esencial para aquellos que buscan especializarse y contribuir al sector de la salud en España.

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