El caso Asunta aterrizó en Netflix el pasado viernes con la premisa de ahondar en el crimen de Asunta Basterra, la niña de 13 años adoptada por el matrimonio compuesto por la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, que falleció el 21 de septiembre de 2013 en una carretera a las afueras de Santiago de Compostela. La ficción de seis episodios está producida por Ramón Campos, especialista en true crimes desde su productora Bambú. El proyecto que acaba de aterrizar en Netflix no es su primera experiencia audiovisual en todo lo relativo al caso, pues Campos, junto a Elías León Siminiani, realizó una serie documental sobre el caso, El caso Asunta (Operación Nenúfar), el germen principal de esta nueva versión en clave de ficción que cuenta con el rigor característico que siempre los acompaña.
Candela Peña (Gavá, 1973) no necesita pomposidades para vender la serie que protagoniza (aunque ya haya lanzado alguna que otra perla televisiva que ha generado más interés, si cabe, por su contenido). En esta ocasión, el papel está más que amortizado por la notoriedad pública de Rosario Porto. La intérprete catalana se ha puesto en la piel de la madre condenada a 18 años de cárcel por asesinar a su hija, una mujer con severos problemas mentales que acabó suicidándose entre rejas en el año 2018.
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Cuando Peña acudió a las pruebas para formar parte de El caso Asunta, su rol no estuvo en ningún momento asociado a una de las protagonistas del relato. Su tesón, y carácter dicharachero, permitieron que Campos le dejase hacer el casting para Rosario Porto. Se puso una peluca y no se la quitó hasta el final del rodaje. “Lo pregunté”, admitió en una entrevista con Infobae España sobre la posibilidad de interpretar a la madre de Asunta. “No me veían”, dijo. Pero fue suyo. “A mí se me pilla con la matrícula cambiada, no tengo mucho que ver con la imagen externa que doy, soy bastante más frágil de lo que parezco”, explicó sobre la reticencia inicial a considerarla como una candidata idónea para el rol.
La intérprete, tildada de problemática por sus efusivas declaraciones a la prensa, se sentía atraída por la psique de Rosario, una mujer acusada de matar a una hija que adoptó cuando sólo tenía un año junto a su marido. “Me interesa muchísimo la salud mental y la cabeza de esa señora me interesaba”, afirmó a este medio. Pese a tratarse de uno de los casos de crónica negra más notorios de la última década en España, Peña cree que lo que ella y Tristán Ulloa (que interpreta a Alfonso Basterra) han creado en El caso Asunta es “ajeno” a lo que la serie narra.
“Hemos construido un matrimonio que se ha amado de sobremanera”, pero que acabó derrumbándose. Peña considera que la opinión pública tuvo mucho peso opinativo en todo lo relacionado con el matrimonio. “Entraron a la sala ya siendo juzgados”, cree la actriz. “Se les condenó por evidencias, por indicios, pero nunca por algo probado”, apostilla. En el fondo, “ahí no hubo nadie más que ellos dos, así que nadie sabrá nunca lo que sucedió”. Compartir escenas con Ulloa ha sido un ejercicio de “plastilina total”: “La gente se puede pensar que somos huevo y castaña, pero somos las nuevas Thelma y Louise del cine español”, afirma Peña sobre el dúo actoral. “Que nos den cañones del Colorado que nosotras nos tiramos”, añade.
Para la intérprete, Rosario y Alfonso era “una pareja moderna”, pues él era el que cuidaba a la niña. “Tenían los papeles cambiados”, apostilla. Aunque no se planteó poder metamorfosear en la matriarca hasta el día de las pruebas, Peña cree haberse mimetizado a la perfección con su personaje. “El otro día Netflix sacó un adelanto de la serie, una piecita chiquitita”, comienza. “Vi esas imágenes y por un momento pensé que el extracto era real”, cuenta. “Hay gente que no tiene el caso muy presente en España y yo fantaseo con que recuerden a Rosario Porto con mi cara”, dice entre risas.
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“Está bien que el personaje de Rosario sea inocente”
El 18 de noviembre de 2020, Rosario Porto fue hallada ahorcada en su celda de la cárcel de Brieva (Ávila), donde cumplía condena por el asesinato de Asunta. Tanto ella como Alfonso Basterra fueron condenados a 18 años de cárcel por un delito de asesinato con la concurrencia de la agravante del parentesco. No era la primera vez que Porto intentó quitarse la vida en prisión: ya lo había intentado en noviembre de 2018 con un cordón que se ató al cuello mientras estaba en la ducha.
“Creo que, en la cabeza de Rosario, ella no era totalmente consciente de la culpabilidad que tenía”, indica Campos a Infobae España. “Era una persona con problemas mentales y que creo que, de alguna manera, había creado una especie de barrera sobre lo sucedido y cómo lo vivía”, añade el productor y creador de Operación Nenúfar y El caso Asunta. “Está bien que en la cabeza de Candela el personaje de Rosario sea inocente”, apostilla el creador, que vio cómo la actriz se presentó voluntaria para un papel para el que, inicialmente, no la habían llamado.
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