Jorge Redondo tiene solo 30 años, pero ya se ha convertido en uno de los diseñadores más deseados. Temporada tras temporada, el cacereño conquista de la mano de su firma, Redondo Brand, con sus vestidos para eventos, pensados para un público de espíritu juvenil que busca conjugar estilo y sofisticación. Además, el precio accesible de sus piezas es uno de sus grandes atractivos, pues las hay para todos los bolsillos, desde los 109 euros del vestido Rubí Rosa, hasta los 399 del modelo Schiffer.
Haciendo una pausa en una de las semanas más agitadas del año, pues el pasado 23 de abril salió a la venta su nueva colección, el diseñador formó parte de la presentación de Ploom, un dispositivo de tabaco calentado que destaca por su estética, algo de lo que él sabe mucho. Infobae España estuvo presente en este evento en el que Redondo compartió su pasión por la moda y desveló algunas de las bases sobre las que se sienta su exitoso proyecto.
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Pregunta: La moda ha demostrado que ya no tiene límites, pero ¿cómo es el origen de una creación?
Respuesta: Pienso que es muy diferente según el trabajo al que nos enfrentemos. No es lo mismo diseñar o pensar una colección para presentar una pasarela, con una finalidad más visual y de creación de imagen de marca, que trabajar para una clienta específica para un evento en concreto. En ese caso es ella la que te introduce esas primeras palabras en esa página en blanco que es hacer un diseño desde cero: qué quiere, para qué ocasión va a ser, en qué zona se llevará, qué temperatura, qué colores, qué escotes...
Esa hoja es más interesante a nivel creativo, cuando realmente está en blanco y eres tú quien busca esos primeros pasos en una primera inspiración... Que puede ser en un paseo un día o en una exposición, o en cualquier momento cuando ya tenemos unos primeros pasos para hacerlo.
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P: ¿Se llega a tener miedo a enfrentarse a esa página en blanco?
R: Creo que no. Hay que vivirlo un poco desde la calma y también la tranquilidad. Al final tú tienes que transmitir tu propia identidad y tu propia personalidad. Y si al cliente luego no le encaja del todo... pues que podamos trabajar en conjunto, pero siempre teniendo presente tus principios y tu imagen global como marca.
Para lograr el éxito, ¿prima más la estética o la funcionalidad?
A veces se nos pasa por la cabeza una idea sin pensar en si luego va a ser realmente confortable o no esa prenda. Lo cierto es que una pieza puede ser muy bonita, pero si luego la clienta va a comprarla y no está cómoda... Se hacen para usarlas y para llevarlas en la calle, normalmente, y este es quizás el fracaso de muchos creadores a lo largo de la historia, que solo se han centrado en lo estético, sin tener en cuenta que hay que pensar en el consumidor final. Ojalá tuviéramos esos momentos, de a veces poder hacer lo que quisiéramos sin tener en cuenta que se tiene que vender y solamente poniendo el foco en lo estético. Ni siquiera en el precio, ni en la funcionalidad, en esos factores que realmente son tan importantes luego en la vida.
Una de las claves de tus diseños es que apuestas por traer al presente clásicos del patronaje.
En Redondo Brand siempre intentamos trabajar desde las bases del patronaje más tradicional, tanto en siluetas como en la artesanía de cada prenda, pero siempre aportándole un toque diferenciador y unas características que la hagan especial. Es como en la gastronomía, un poco la misma técnica, irnos a sabores que sabemos que funcionan, a recetas tradicionales que conocemos, que son buenas, pero darles una vuelta, darles un toque distinto.
El objetivo es hacerse un hueco en esta actualidad en la que la digitalización nos ha aportado muchísima información y también nos ha permitido poder enseñar nuestro trabajo de una manera mucho más sencilla a nivel mundial. Yo no quisiera renunciar nunca a las tradiciones de la costura y a esos trabajos artesanales que para mí son tan maravillosos y que desafortunadamente estamos perdiendo, en gran parte porque los intereses de las personas más jóvenes son otros. Me gustaría rescatar esa tradición.
¿Cómo se sabe si un vestido está acabado o necesita retoques?
Afortunada o desafortunadamente, los tiempos de la moda están muy marcados y no nos podemos permitir muchos plazos extras. Las temporadas son las que son y los climas son los que son también. Y nosotros nos tenemos que adaptar a un calendario que, en este caso, sí que viene muy demandado por el cliente. El verano es verano y el invierno es invierno y las prendas que usamos son muy diferentes. Y lo mismo ocurre con los desfiles.
Siempre me pasa un poco lo mismo... Estaríamos dando algún retoque, alguna modificación a una prenda antes de salir a un desfile, pero yo siempre me quiero quedar con que “hemos hecho esto y de esto hemos aprendido algo”. Compartimos un poco ese pensamiento de la mejora continua para el próximo vestido que hagamos. No quiere decir que sea el mismo, pero si la técnica que hemos utilizado para ese diseño hemos visto que puede tener mejoras para conseguir una característica u otra, pues buscamos implementarla en el siguiente. Pero desgraciadamente, no tenemos muchísimo tiempo. Los plazos en la moda son súper rápidos y están encorsetados a nivel mundial.