Veranos en Mallorca y aventuras por Europa: las parejas que tuvo Pedro Sánchez antes de conocer a Begoña Gómez

Pedro Sánchez se encuentra en un momento crucial en su carrera política que ha sido marcado por la implicación judicial de su mujer en una denuncia de la organización Manos Limpias. El presidente del Gobierno dio un ultimátum el pasado miércoles e hizo pública una carta en la cual mostraba la total confianza a la legalidad de su esposa. Carta que ha destacado por un mensaje muy contundente: “Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día si y día también”.

Estas palabras tan determinantes demuestran el gran amor que siente Sánchez por su esposa Begoña Gómez. Ambos han sido vistos en muchas ocasiones con una innegable compenetración; y de hecho, ella legó a lucir un pin en el pecho durante la reciente campaña política por las elecciones generales del pasado 2023 con las palabras: “Perra Sánchez”, ironizando sobre la frase que utiliza la derecha para insultarlo. Pero antes de que la pareja cruzara sus caminos, el presidente tuvo una vida llena de aventuras y relaciones. Y es que, en el resto de Europa es apodado por muchos medios de comunicación como “Mr. Handsome”, destacando así su atractivo físico y su altura de 1,90 cm, lo cual, sumado a su gran carisma, es un gran imán para las interesadas.

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Durante su juventud, el presidente confesó que se aventuró a realizar un viaje por Europa junto con Óscar López, el actual director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Mientras ambos se encontraban en Bruselas, se volvieron uña y carne y decidieron recorrer el continente durante un verano en un Ford Fiesta. Además, en alguna ocasión ha mencionado que durante su adolescencia mostró algunas dotes de ligón y, de hecho, tuvo un amor de verano con una italiana durante unas vacaciones en Mallorca: “Mi primera novia era una italiana, Francesca. Yo, en esa época, iba vestido como un ‘breaker’”, revelaba Sánchez.

Sin embargo, en cuanto conoció a Begoña sintió un flechazo por ella: “Me enamoré con 31 años perdidamente de mi mujer. Fue en la casa de un amigo mío en un cumpleaños. Tuve que empeñarme mucho, unas cuantas veces. Me lo puso difícil”, comentó en su libro Tierra Firme.

Begoña Gómez, de orígenes castellanos y criada en Bilbao, destacó desde joven por su sociabilidad y belleza, atributos que dejaban huella allí donde iba. Sus padres proceden de una familia de agricultores y su prima Feli comentaba esto de ella: “Llamaba la atención porque era rubia y venía de la capital y solía traer ropa muy estilosa y muy moderna. Siempre llevaba el pelo recogido en una trenza”. Por lo que no hay duda sobre el motivo por el que Sánchez se enamoró de ella.

A pesar de esto, siempre ha mantenido un perfil bajo tanto con su vida profesional como todo lo relacionado con su familia. Una discreción que mantiene con el presidente del Gobierno, quien comparte pocos detalles sobre su relación, a pesar de mostrar siempre en público la gran fortaleza de su vínculo. Casados desde 2006, ambos comparten intereses y actividades en común que refuerzan su conexión.

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Desde su afición conjunta por el deporte hasta los paseos en bicicleta y las conversaciones sobre lecturas, la pareja encuentra siempre maneras de consolidar su relación. Pedro Sánchez no duda en describir a Begoña como su compañera ideal, y destaca los momentos familiares, especialmente los domingos en familia, como uno de los pilares de su vida personal.