Qué pasa si te ponen una multa de tráfico en el extranjero: la DGT explica cómo pagarlas

Si te sancionan al volante en un país de la Unión Europea, la carta sí llegará a tu domicilio, Pero no todo son malas noticias

Un radar de control de velocidad. (Ricardo Rubio/Europa Press)

Cuando nos ponen una multa en el extranjero, nuestro primer pensamiento siempre es: “No nos va a llegar”. Sin embargo, en el caso de las sanciones al volante de un automóvil, lamentablemente para los usuarios -y afortunadamente para las autoridades-, lo normal es que “sí nos llegue”.

“Dentro de la Unión Europea, existen convenios e iniciativas que buscan la unificación de criterios y facilitar la conducción de sus ciudadanos dentro de la Unión. Por ejemplo, cualquier ciudadano europeo puede conducir con su permiso de conducir en cualquier país miembro de la UE sin necesidad de obtener un permiso internacional o realizar ningún trámite”, señala la Dirección General de Tráfico (DGT). Pero esta falta de fronteras burocráticas también tiene su lado negativo para los conductores: “De la misma manera existe la iniciativa EUCARIS, European CAR and driving license Information System, que permite intercambio de información entre las distintas autoridades competentes en materia de tráfico dentro de la UE y de la que la DGT forma parte”.

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Esta cooperación entre los países permite compartir datos sobre el registro de vehículos, las licencias de conducir y la información personal. “De esta manera, si cometes alguna infracción en los países de la UE que están dentro del acuerdo, recibirás el boletín de denuncia en tu casa”, señala la DGT.

Las infracciones más comunes fuera de España son las mismas que dentro: exceso de velocidad -aunque en cada país los límites son diferentes-; no usar el cinturón de seguridad; conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas; saltarse un semáforo o no parar en un stop; usar el teléfono móvil durante la conducción de manera indebida; circular por un carril donde no está permitido.

La DGT obligará en 2024 a los motoristas a utilizar un casco integral o modular y unos guantes homologados cuando circulen por carretera. (Europa Press/EBS)

¿Cómo se paga la multa?

“Si te ha llegado una multa de un país de la Unión Europea, tendrás que dirigirte a la administración nacional del país donde te multaron, a través de su página web o en el consulado, para que te informen de cómo puedes pagar o alegar en tu defensa”, explica la DGT.

¿Y es necesario pagar la multa?

Pues la verdad es que no. La Unión Europea no ha establecido ningún mecanismo legal para obligar a pagar las sanciones que te ponen fuera de tu país de origen, y los estados miembros no pueden embargar una cuenta extrajera por esta cuestión. Si cometes una infracción en Francia, por ejemplo, las autoridades no pueden recaudar el importe de la multa de forma forzosa. Pero cuidado: si en el futuro regresas a ese país, puedes tener problemas. Y, en algunos casos, problemas gordos: hay lugares, como Alemania, Irlanda o Países Bajos, donde las multas se ejecutan por vía judicial, por lo que la sanción acabaría en el juzgado de lo penal.

Por otra parte, algunos países contratan empresas que persiguen a los conductores con cartas de pago, firmadas por abogados, pero que aceptan negociar la deuda. Es una manera de presionar a los deudores, pero no tienen verdaderos argumentos legales para obligarte a pagar.

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¿Y si la multa te la ponen en un país de fuera de la Unión Europea?

En estos casos, la multa no te llegará a casa. Eso sí, antes de ponerte a conducir a 250 kilómetros por hora, es bueno saber que algunos países te obligan a pagar en el momento, si te detiene alguna autoridad de tráfico, y otros -como varios estados de Estados Unidos- pueden incluso incautarte el coche de alquiler.

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