El PSOE pone toda la carne en el asador para convencer a Sánchez de que se quede ante el miedo creciente a que dimita el lunes

Todos siguen las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero, que ya se han convertido en un lema en el partido: “Claro que vale la pena, Pedro”

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Pedro Sánchez y su esposa
Pedro Sánchez y su esposa Begoña Gómez, durante las elecciones generales del 23 de julio. (Nacho Doce/Reuters)

Ante el miedo creciente a que Pedro Sánchez dimita el lunes, si el Comité Federal del PSOE previsto para este sábado tuviera un himno, sería la sesión de Quevedo: Bzrp Music Sessions, Vol. 52, popularmente conocida como Quédate. Tanto dentro del cuartel general de los socialistas como fuera, frente al edificio de la calle Ferraz 70 de Madrid, el lema “Claro que vale la pena, Pedro” será coreado por dirigentes y militantes socialistas que llevan con el corazón en un puño desde el pasado miércoles.

Y es que Pedro Sánchez, en un nuevo giro de guion, pidió pausa para reflexionar y decidir si merece o no la pena seguir al frente del Gobierno de coalición después de la campaña de “acoso y derribo” que dice estar sufriendo junto a su familia por las informaciones vinculadas a su esposa, Begoña Gómez. El secretario general de los socialistas canceló toda su agenda, la del Gobierno y la del partido. De esta manera, además de perderse los dos mítines previstos en Cataluña por la campaña electoral del 12-M, tampoco estará presente en el máximo órgano del PSOE entre congresos.

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El cónclave estaba convocado en un principio para votar la propuesta del Comité de Listas, es decir, para ratificar la candidatura del PSOE liderada por Teresa Ribera para las elecciones europeas del próximo 9 de junio. También para valorar los resultados del PSE-EE/PSOE en los comicios del País Vasco e impulsar a su candidato en Cataluña, Salvador Illa, para la próxima cita con las urnas. Pero los planes han cambiado.

En las horas más bajas para el presidente del Gobierno, el Comité Federal variará el motivo central por el que se había convocado. Así, según fuentes de Ferraz, el cónclave ratificará solo a Teresa Ribera como cabeza de lista, mientras que el resto de la candidatura se completará el martes en la Comisión de Listas. Este órgano quedará delegado por el Comité para confeccionar el dictamen, junto con las propuestas llegadas de todas las federaciones que los militantes pudieron votar hasta el pasado 20 de abril.

Ante este contexto inédito en la historia de la democracia, que mantiene en vilo al país, y especialmente al PSOE y la Moncloa, el Comité servirá de espacio de discusión y reflexión en torno a la situación que le ha llevado a tomar una decisión. Estas voces de la Ejecutiva Federal estiman la idoneidad de la medida. El cónclave “va a analizar la situación actual”, algo “lógico” para el máximo órgano entre Congresos del partido, verbalizan.

El punto de inflexión en el debate sobre la crispación política

Desde el miércoles por la tarde, son muchos los dirigentes, principalmente de izquierdas, que han interpretado la carta de Sánchez como una invitación definitiva a la reflexión sobre el momento actual de la política, una “máquina de triturar”, como resumen representantes políticos de toda índole. En todo caso, al tratarse de un presidente del Gobierno, esto ha supuesto un punto de inflexión en el eterno debate de cómo y dónde fijar la “línea roja” en el juego de derrocar al rival político (incluso a compañeros de filas).

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“Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, apuntó Sánchez en la misiva de carácter “personal”, en la que detalló los principales episodios que le obligaron a plantearse su futuro. “Se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal, atacando a mi esposa”, confesó.

Pedro Sánchez, junto a Emiliano
Pedro Sánchez, junto a Emiliano García-Page. (Eusebio García del Castillo/Europa Press)

Además de analizar la situación, Ferraz será este sábado un escenario en el que los dirigentes y militantes socialistas, llegados desde todas las partes del país, tratarán de insuflar ánimo al presidente. Tanto dentro de la sede como fuera. Entre los asistentes al Comité Federal (compuesto por la Comisión Ejecutiva Federal y los representantes elegidos por los diferentes ámbitos orgánicos), destaca el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

El presidente castellanomanchego se ha erigido como el principal verso suelto en un partido hermético y que cierra filas con Sánchez en todas sus decisiones, incluidas las más polémicas. Junto al aragonés Javier Lambán (que no acudirá al Comité por cuestiones de salud), Page suele ser baja en este tipo de citas, alegando “problemas de agenda”, pero este sábado acudirá al Comité después de trasladar su apoyo al líder del PSOE. “Coincido con el Presidente que no todo vale en política y empatizo con sus emociones. Todo mi apoyo para defender la política en la que no quepan las campañas de ataques ni los insultos personales”, expresó en la red social X.

“Reacción democrática”

No se descarta ningún escenario a partir del lunes, incluido el de la dimisión del líder del Ejecutivo, una sensación que corre el riesgo de expandirse en las filas del partido y en Moncloa. Para impedir que el miedo invada al partido, cualquier acción es poca. Serán “muchos” los que tomen la palabra, tal como avisan desde la dirección del PSOE. Asimismo, por primera vez, todas las intervenciones se transmitirán en abierto (la única intervención que suele ser pública es la del secretario general). Ferraz también colocará una pantalla en la calle para seguir el Comité Federal.

Pedro Sánchez anunciará el lunes si dimite como presidente del Gobierno.

Y es que, aunque la dirección de la organización no ha convocado formalmente ninguna movilización, militantes del PSOE han preparado una gran manifestación para arropar a Sánchez. Las federaciones han fletado autobuses, mientras que la agrupación madrileña, con Juan Lobato al frente, gestionó la concentración para desbordar Ferraz el sábado a las 11 horas, coincidiendo con el desarrollo del Comité Federal (empieza a las 10.30).

Todos siguen las tesis del líder moral del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Quien fuera secretario general del partido desde 2000 hasta 2012 y presidente del Gobierno desde el 2004 hasta 2001, firme escudero de Sánchez, llamó al cierre de filas total. “Tenemos que reaccionar democráticamente. Todos los que queremos al PSOE y a la democracia hagamos, de aquí al lunes, que se imponga la democracia al odio”.

Zapatero, que también sufrió en primera persona el linchamiento político y mediático, empatizó con Sánchez: “Contra mí dijeron cosas fuertes, pero con Pedro Sánchez han pasado la línea. Le han dicho de todo”. Por ello, enseñó al presidente del Gobierno cuál es el camino que debe elegir, una solución que ya es un lema en el PSOE: “Claro que vale la pena, Pedro”.

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