Dicen que hay actores que llevan su actuación más allá de la pantalla, porque es la única manera de meterse en el personaje de lleno. Y en una época en la que las comedias románticas cada vez gozan de menos éxito y resulta más complicado convencer a los espectadores de tener química, dos actores tuvieron una brillante idea. ¿Qué pasaría si se fingiera una relación para hacer más creíble la de los personajes en pantalla? Eso mismo pensaron Sydney Sweeney y Glen Powell, protagonistas de Cualquiera menos tú y autores de una de las campañas de publicidad más efectivas que se han visto en mucho tiempo.
“Las dos cosas que hay que tener para vender una comedia romántica son diversión y química”, explicaba Powell en una reciente entrevista con The New York Times, en la que exponía la idea que tuvieron: fingir una relación fuera de la película para que la gente se volcase con ellos y por ende con Cualquiera menos tú. Varios meses antes del estreno de la película, se empezaron a filtrar fotos y vídeos del rodaje en las que se veía a los actores muy encariñados incluso detrás de las cámaras, llevando a mucha gente a levantar sospechas. Además, a ello hay que sumar que Sweeney está comprometida,
“Sydney y yo nos lo pasamos muy bien juntos y tenemos mucha química sin esfuerzo. La gente quiere que lo que aparece en la pantalla salga de ella, y a veces sólo tienes que inclinarte un poco hacia ello”, reconocía el actor, quien coincidía con ella por primera vez en este filme pero con la que parecía que llevase toda una vida. El actor, que terminó con su pareja justo antes del rodaje de Cualquiera menos tú, era plenamente consciente de los rumores, e incluso participó en un sketch de Saturday Night Live en el que se hacía bromas con la situación. A pesar de todo, Powell desvela que la idea original era de su compañera. “Funcionó a la perfección, Sydney es muy inteligente”.
‘Immaculate’, otro trabajo como productora y protagonista
Lo cierto es que Sweeney no solo protagonizaba Cualquiera menos tú, sino que también era productora ejecutiva de la misma. Como responsable de la película que era, la actriz fue una de las que propuso esta astuta campaña de publicidad. “Estaba en todas las llamadas. Estaba en los chats de los grupos de texto. Probablemente les quitaba el sueño a todos los responsables de marketing y distribución de Sony porque no paraba de dar ideas”, explicaba la actriz. “Quería asegurarme de que mantuviéramos una conversación activa con el público mientras promocionábamos esta película, porque al fin y al cabo son ellos quienes han creado toda la narrativa”.
Tras el éxito de Cualquiera menos tú, Sweeney se ha embarcado en una nueva aventura con Immaculate, que poco o nada tiene que ver con la comedia romántica pero en la que de nuevo vuelve a ejercer como productora ejecutiva. Acompañada de Álvaro Morte, la película narra la llegada de una monja a un convento de Italia, en la que una serie de espeluznantes acontecimientos se desatan. Lo más curioso es que Immaculate es un viejo proyecto del que Sweeney fue rechazada en su día y al que ahora ha vuelto en caldiad de productora para sacar adelante. También con una campaña de marketing muy especial centrada en las reacciones en redes sociales, aunque aun por ver si tiene el mismo éxito que con Cualquiera menos tú. En cualquier caso, Sweeney y Powell ya han demostrado que no hay mayor prueba de que para que una comedia romántica funcione primero hay que hacer creer al público que hay química entre sus actores.