El asesinato de Asunta Basterra Porto sea quizás uno de los peores crímenes y de los más conocidos que se han cometido en España. Hace 11 años ocupaba las primeras páginas de todos los medios y ahora ha vuelto gracias al estreno este viernes de la serie ‘El caso Asunta’. En ella actúan Candela Peña y Tristán Ulloa como los padres de la niña asesinada, que junto a ella fueron los tres protagonistas de la historia. Sin embargo, hubo una serie de personajes secundarios que entraron y salieron de la narrativa como es el caso de los abuelos maternos de la víctima.
Tras la finalización del juicio y la condena de ambos progenitores se pudo saber quiénes habían sido los actores del crimen, cómo lo habían hecho y dónde, pero quedó una incógnita por resolver: ¿Por qué lo hicieron? Una de las primeras líneas que siguió la investigación fue la de los padres de Rosario Porto.
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Esto se debía a que los dos habían fallecido no mucho antes que la niña, con un lapso de tiempo reducido entre ambos, y de una forma repentina. Fallecieron con tan solo ocho meses de diferencia, primero ella el 11 de diciembre de 2011 y más tarde él el 26 de julio de 2012. Esto presentó muchas dudas a los agentes, que llegaron a considerar si habían sido asesinados por su hija y yerno o si hubo algún problema con las herencias.
Las declaraciones de la prima que sembraron la duda
Uno de los hechos que dio vida a esta teoría fueron unas declaraciones que realizó a los medios la prima del abuelo de Asunta, cuando se estaba investigando la casa de Rosario Porto. En la puerta, donde todos los periodistas esperaban la salida de los investigadores aseguró que “el abuelo quería mucho a la niña y decidió dejarle todo. Antes era una señora normal (Rosario Porto), pero le debió dar un telele para hacer algo así”, haciendo referencia a que Asunta había sido la única heredera de todo el dinero de sus abuelos. Para echar más gasolina al fuego dijo sin ninguna duda “la mató, la mató”, sobre Rosario.
También aprovechó esa entrevista improvisada para cuestionar la muerte natural de los abuelos: “Su madre murió repentinamente; su padre murió repentinamente; al ver lo que hizo aquí, tuvo que matarlos ella”. A esto añadió que no podía estar del todo segura de lo que decía, pero viendo la forma en la que murieron era lo más posible. Según ella, el abuelo se encontraba bien un día antes de aparecer muerto en su cama.
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La única heredera
Estas palabras no eran más que opiniones, pero los investigadores si que en un principio indagaron sobre el tema, bajo la hipótesis de que la niña se había convertido en la heredera universal de los fallecidos, recibiendo todas sus propiedades y dinero y dejando a los padres sin nada, en un momento en el que sufrían problemas de liquidez.
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En los registros practicados en los domicilios de los padres se encontró un documento de 1975 en el que se situaba a Rosario Porto como única heredera y no a Asunta. Sin embargo, en ese momento todavía no se descartó el móvil económico, ya que podría haber sido modificado con posterioridad. El tiempo pasó y no se encontró ningún documento que contradijera esta decisión.
Secretos de familia
En estas primeras semanas apareció otra posible teoría, más rocambolesca que la anterior, que supondría una posible unión entre las tres muertes. La idea era que la pequeña Asunta se había enterado de un oscuro secreto de sus padres y amenazaba con contarlo a todo el mundo.
Esta supuesta incógnita, que jamás podría llegar a probarse, pero no parece un móvil con fundamentos fuertes, era que la niña se había enterado de que Rosario Porto y Alfonso Basterra habían sido los asesinos de sus abuelos maternos, por, otra vez, querer cobrar la herencia. En este caso se descartaría toda la idea de que Asunta era la heredera y se sustentaría en evitar ser enjuiciados por lo que se considerarían dos asesinatos.