Begoña Gómez es el personaje del momento. La mujer del presidente del Gobierno es protagonista de una investigación del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid por la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias y corrupción. Una investigación que ha surgido a raíz de una acusación del sindicato Manos Limpias, colectivo dirigido por el abogado y expolítico ultraderechista Miguel Bernad Remón.
Esto ha provocado no solo que el punto de mira se fije en Begoña, también en su marido, Pedro Sánchez. Como consecuencia, el líder del PSOE envió a través de unas redes sociales una carta en la que se pronunciaba sobre “la gravedad de los ataques que estamos recibiendo mi mujer y yo” y anunciaba que se iba a tomar unos días -hasta el próximo 29 de abril- para decidir qué hará con su futuro.
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Lo que está más que claro es que la vida de Begoña Gómez ha sufrido un gran cambio desde que su marido dio el salto a la Moncloa, pues su protagonismo ha ido creciendo. No solo porque se ha convertido en un rostro habitual de algunos eventos, como la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde acude para conocer las últimas tendencias de moda, también porque su nombre suele dar el salto a los titulares con cierta frecuencia. Y no solo por su vida personal, también la profesional.
El currículum de Gómez ha dado mucho de qué hablar en los últimos años, pues contrasta con el de su marido. Bilbaína de nacimiento, se licenció en Marketing en la Escuela Superior de Marketing y Negocios, un centro privado ubicado en Madrid. Después hizo un curso en Dirección Comercial que completó con una formación en la Escuela de Negocios IDE-CESEM (Instituto de Directivos de Empresa) que, según su perfil en la red social LinkedIn sigue cursando desde 2015, se trata de un curso llamado ‘Modelos integrales de gestión por competencias’. Lo último que aparece es un MBA en Dirección de Empresas y Marketing en el ESIC de Madrid.
Gracias a esta amplísima educación, Begoña ha tenido multitud de trabajos, siendo varios de ellos puestos de responsabilidad. Su experiencia laboral más extensa duró 18 años, de 1999 a 2018, cuando fue “consultora, estrategias y entrenamiento de equipos de España-Portugal” en el Grupo Inmark. A todo esto, hay que sumarle que desde hace 12 años es socia de la Asociación Española de Fundraising, una organización no lucrativa cuyo objetivo es el desarrollo de la filantropía y la captación de fondos en España.
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No es el único organismo solidario al que ha prestado su experiencia. En 2018 empezó como socia y coordinadora de WAS (Women Action Sustainability), una asociación sin ánimo de lucro cuyo fin principal es elevar la sostenibilidad al primer nivel estratégico de las empresas, entidades e instituciones.
La mujer de Pedro Sánchez también ha desarrollado su experiencia profesional en organismos públicos, concretamente en la Universidad Complutense de Madrid. Comenzó su andadura en la facultad como codirectora, de 2011 a 2020, del curso ‘Técnico en Froundraising’.
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Desde ese año, la Complutense es su segundo hogar, pues a día de hoy encadena tres puestos diferentes. El que comenzó primero fue el de ‘codirectora del título en Dirección de Captación de Fondos para el Tercer Sector’, en 2012. Ya en 2020 comenzó un doble reto, en el mismo centro como ‘codirectora del Máster en Transformación social Competitiva: los ODS como estrategia’ y ‘directora de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva’.