Casi tres meses después de la coronación del nuevo rey danés, celebrada el pasado 14 de enero, la casa real ha publicado las primeras imágenes oficiales de los reyes Federico y Mary. Si bien esto es normal entre los nuevos monarcas, en el caso del matrimonio ha atraído aún más atención, pues en estas semanas apenas han compartido actos oficiales.
De hecho, buena parte del protagonismo ha sido para Mary, ya que Federico ha estado casi ‘desaparecido’ del foco público por motivos que se desconocen y que han hecho avivar los rumores de crisis entre ellos debido a su supuesta relación con Genoveva Casanova.
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Se han difundido un total de tres imágenes que han sido tomadas por el fotógrafo Steen Evald en la Sala Verde de los Salones Reales del palacio de Christiansborg. En ellas se muestra a los reyes, tanto juntos como por separado. Y si bien Federico debería ser el protagonista, por ser el rey, es Mary quien acapara todas las imágenes.
Para este retrato, la australiana se ha enfundado un vestido verde musgo con cuerpo de terciopelo y encaje en la zona del pecho y las mangas, logrando una combinación que transmite elegancia, sofisticación y lujo.
En cuanto a las joyas, ha optado por piezas del joyero real, siendo la principal la tiara, de plata, y montada con 2.650 diamantes y 67 esmeraldas. La ha conjugado con una gargantilla y unos pendientes, todo ello realizado en el año 1840 por C.M Weisshaupt para la reina Carolina Amalia, quien lo lució por primera vez en la coronación de su esposo, Christian VII. Como cierre para el estilismo, Mery lleva un llamativo broche de diamantes en el que se puede ver el retrato de su esposo en miniatura, pintado por Tom Mulliner, y rodeado por una cinta de la Orden de Dannebrog.
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El rey Federico, por su parte, lleva el uniforme de gala de la marina con todas las condecoraciones de alto rango correspondientes a su cargo. Tras su ascenso al trono fue nombrado almirante, de ahí que luzca en las hombreras las estrellas de cuatro puntas. Lleva además, colgada, la cruz de comandante de Danneborg.
Sobre su cadera descansa el sable de oficial naval perteneció a Federico IX y que le entregó en 1997 su abuela, la reina Ingrid, cuando fue nombrado capitán y de la Marina Real. También se puede ver en otro collar la figura de un elefante que le distingue como señor de la Orden del Elefante y de la Orden Danesa. En el pecho luce una estrella que también pertenece a la Orden del Elefante.