Las horas no trabajadas por Incapacidad Temporal (IT) aumentaron en 2023 y lo hicieron más que el empleo, lo que da como resultado un crecimiento de la media de horas que cada afiliado del Régimen General pierde por estar de baja por enfermedad. Es un problema detectado por patronal y sindicatos hace más de un año y pactado para solucionar en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), aunque todavía no hay acuerdo con el Gobierno para introducir los cambios legislativos necesarios. Los motivos detrás de esta tendencia son múltiples y están poco detallados, pero los datos confirman que no se trata de un aumento pasajero.
La estadística de horas cotizadas y horas efectivas trabajadas publicada este jueves por el Ministerio de Seguridad Social cifra en 386.688.562 las horas perdidas en el cuarto trimestre de 2023 por incapacidades temporales. Es la segunda cifra más alta de la serie histórica, solo superada por las 401.110.758 horas del primer trimestre de 2022, cuando todavía se concedían bajas médicas por contraer el COVID-19. No obstante, si se calcula la media móvil de los cuatro últimos trimestres para evitar las volatilidades de cada época, 2023 superó al resto de años.
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Utilizando esta fórmula, cada empleado perdió una media de 23 horas por IT en el último trimestre de 2023 frente a las 22,4 del mismo periodo de 2022; las 18,5 de 2021; las 20,3 de 2020 y las 17 de 2019, antes de la pandemia. Si se compara con dicho este último periodo, el crecimiento es del 46,7%, más que la creación de empleo (un 8,5% afiliados más). Esta problemática también se refleja en dos estadísticas publicadas por el INE, la EPA y la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL).
Según la EPA, el 4,2% de los ocupados en el cuarto trimestre de 2023 no trabajó en la semana de referencia de la encuesta por enfermedad, accidente o incapacidad temporal, frente al 2,8% del cuarto trimestre de 2019 y el 3,9% del mismo periodo de 2022. La ETCL, por su parte, también revela una media de 7,6 horas no trabajadas por IT por trabajador al mes en el cuarto trimestre frente a las 5,7 horas de 2019.
Negociaciones para derivar trabajadores a las mutuas
Sindicatos y patronales pidieron en el AENC a las administraciones con competencias, como el Ministerio de Seguridad Social, que desarrollen convenios con las mutuas colaboradoras para “realizar pruebas diagnósticas y tratamientos terapéuticos y rehabilitadores” en incapacidades temporales de origen traumatológico con el fin de acortar la duración de las bajas y su incidencia. Sin embargo, también explicitaron que esto se hiciera “sin modificar las actuales competencias de los servicios públicos de salud” y dando libertad de elegir al trabajador de baja dónde se trata.
El Gobierno reconoció el problema en junio y aseguró que una mayor duración de las bajas por IT “indudablemente tiene que ver con problemas que existen en servicios públicos de salud”, declaró el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez.
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Las negociaciones con el ministerio relativas a este asunto se están llevando a cabo en una mesa específica con los agentes sociales en la que hay desencuentros, según detalló UGT a la salida de la reunión del pasado lunes. Los sindicatos quieren acotar el mayor protagonismo de las mutuas a cuestiones traumatológicas en las que haya listas de espera elevadas en la sanidad pública, mientras que las empresas piden extenderlo a más casuísticas.