Una piscina privada por cada tres habitantes: estos son los municipios madrileños donde los vecinos se refrescan mucho mejor en verano

La Comunidad de Madrid cuenta actualmente con 140.531 piscinas, según los últimos datos declarados en el catastro, lo que supone que hay una por cada 48,8 habitantes. Pero hay municipios mucho más privilegiados que otros. En concreto, 33 localidades de la región disponen de un ratio de una pileta por seis o menos habitantes. Y hay dos que lideran el ranking por encima de los demás (ver tabla): Ribatejada y Batres. El primero tiene registradas 328 piscinas para 912 vecinos (una por cada 2,7 empadronados), mientras que el segundo dispone de 649 para 1.872 lugareños (una por cada 2,8 censados).

Aunque lo lógico es pensar que tener una piscina privada en tu vivienda particular va asociado a un mayor nivel de renta, Ribatejada y Batres no cumplen este axioma. La renta bruta media (datos de 2021) de los vecinos de Ribatejada es de 15.688 euros, mientras que en Batres es un poco más alta, de 32.371 euros. El periodista y profesor Jorge Dioni López, autor de La España de las piscinas, destaca que hubo un cierto boom ‘piscinero’ en los municipios que pueblan el corredor del Henares y la carretera de Toledo y Aranjuez. “Cuando más te alejas de Madrid, más terrenos para construir, precios más baratos y más posibilidades de tener una vivienda con piscina. Además, hubo una época en la que los fabricantes hacían ofertas para tener tu piscina en función de la renta del que quería construir”, explica López.

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Ribatejada pertenece a esa zona norte del corredor del Henares. Desde el Ayuntamiento, gobernado actualmente por el PP, tienen una explicación sencilla a la proliferación de piscinas en su municipio. “El 90% de las viviendas están construidas entre los años 60 y 70. Eran segundas residencias, casas aisladas y unifamiliares, que cuando se hicieron se construyeron con piscinas. Ahora, con el paso del tiempo se ha convertido en una especie de pueblo dormitorio, donde los vecinos dormitan, no habitan”.

Juan Carlos Alañón, alcalde de Batres (PP), también define su localidad como una ciudad dormitorio. “Aquí hay un casco urbano muy pequeño y tres urbanizaciones muy extendidas, muchas de ellas con viviendas unifamiliares con piscina”. Es el urbanismo que se ha diseñado en este pueblo de la zona sur, conectado con la carretera de Toledo. Fincas a buen precio que han permitido el auge de las piletas. Otras localidades con un ratio alto de piscinas por habitante son Aldea del Fresno, Cabanillas de la Sierra, Pelayos de la Presa y Villavieja del Lozoya.

Si solo se analizan las localidades con más número de piscinas, la palma se la lleva, obviamente, la capital, con 14.521, una por cada 229 habitantes. Le siguen las localidades con la renta per cápita más alta de la región. Pozuelo de Alarcón, la localidad más rica de España, es la segunda de la comunidad con más lugares para nadar. Según los datos del catastro, cuenta con 6.853 piscinas para una población de algo más de 88.700 habitantes, una media de una pileta por 12,9 habitantes. También destaca Boadilla del Monte, otra localidad ‘rica’. Tiene 4.139 piscinas para 64.700 vecinos (un ratio de una por cada 15,6 residentes).

Llama la atención que entre Pozuelo y Boadilla se cuele Rivas-Vaciamadrid, un municipio gobernado tradicionalmente por la izquierda, pero que ha crecido bastante en los últimos años con nuevas promociones de chalés para la llamada clase media (la renta media bruta es de 36.000 euros). Hay 5.502 piscinas para poco más de 100.000 habitantes, es decir, una por cada 18,2 empadronados. Rivas Vaciamadrid es el municipio español de más de 20.000 vecinos con mayor tasa de actividad, según el INE, es decir, el ratio de población de más de 16 años con empleo. Es, además, la cuarta de España con mayor esperanza de vida.

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Siempre hay casos curiosos, como el de Navarrendonda y San Mamés, en la sierra norte. Dos pedanías que se han unido en una única entidad local. Tienen 28 piscinas para 150 vecinos, una por cada 5,3 personas. El PP, en la oposición, ha bautizado a este pueblo como “la pequeña Rusia” porque un partido de izquierdas independiente lleva varias legislaturas gobernando. Este diario ha intentado hablar con el alcalde para que explicara este fenómeno piscinero. No ha sido posible.