Un estudio encuentra garrapatas que transmiten la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en en Ponferrada (León) y alrededores

Los resultados revelaron que 10 de las 95 garrapatas analizadas portaban el virus, lo que podría indicar una de las tasas de infección más altas documentadas en garrapatas de vida libre en España

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Se reportó la muerte de
Se reportó la muerte de una mujer en el estado de Coahuila por la picadura de una garrapata(Credito:Wikimedia)

Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha realizado un descubrimiento alarmante en una zona periurbana de Ponferrada (León), al detectar la presencia del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en el 10,5% de las garrapatas examinadas.

Este hallazgo, según el estudio publicado por el Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del IREC, proviene de un análisis llevado a cabo en 95 garrapatas recolectadas en esta área de El Bierzo, zona que ha reportado tres casos clínicos en humanos desde 2021.

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La aparición de casos en humanos en el noroeste de España fue inesperada, comenzando en 2021 con un paciente que se cree fue infectado tras la picadura de una garrapata en las afueras de Ponferrada. En 2022, se confirmaron dos casos adicionales en la misma región, incluyendo el lamentable fallecimiento de un agente forestal de 51 años.

Densidad de explotación ganadera en
Densidad de explotación ganadera en la comarca de "El Bierzo" a nivel municipal, basados en el censo ganadero español de 2020 (INE, 2022), y las áreas de prospección de garrapatas (sombreadas en rojo) en las afueras de la ciudad de Ponferrada.

Ante estos eventos, los investigadores del IREC y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas se embarcaron en un estudio para determinar si el virus estaba presente en las poblaciones de garrapatas locales. Se recolectaron garrapatas a lo largo de un área de 30 kilómetros en la periferia de Ponferrada, utilizando mantas de algodón para capturarlas. Durante este proceso se observaron también rastros de ungulados silvestres, considerados importantes reservorios de estas garrapatas.

Las muestras recolectadas fueron sometidas a análisis morfológicos y de ARN en laboratorio, empleando técnicas de PCR y secuenciación para evaluar la prevalencia del virus. Los resultados revelaron que 10 de las 95 garrapatas analizadas portaban el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, lo que podría indicar una de las tasas de infección más altas documentadas en garrapatas de vida libre.

Los resultados de este estudio sugieren la necesidad de considerar que el virus de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo puede estar extendiéndose al noroeste de España, no sólo a través de aquellas especies de garrapatas que actúan como principales vectores del virus, sino también a través de otras que hasta ahora no habían sido consideras como especies transmisoras.

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Qué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es considerada una de las enfermedades víricas más peligrosas para el ser humano por la Organización Mundial de la Salud, debido a su alta tasa de mortalidad, la falta de vacunas efectivas, su potencial de transmisión de persona a persona y la gran capacidad de mutación del virus. La produce un virus del género Nairovirus, de la familia Bunyaviridae, transmitido por la picadura de una garrapata infectada, generalmente del género Hyalomma.

La transmisión al hombre se produce a través de la picadura de una garrapata infectada. Puede haber transmisión entre seres humanos en caso de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de personas infectadas. También se puede producir el contagio en el ámbito ganadero al sacrificar y manipular animales infectados.

¿Cuáles son los síntomas y cuándo aparecen?

Según un informe del Ministerio de Sanidad, la enfermedad en el ser humano evoluciona en 4 fases:

  1. Periodo de incubación: desde la picadura hasta la aparición de los primeros síntomas transcurren entre 3 y 7 días.
  2. Periodo prehemorrágico: súbitamente aparece fiebre alta (39‐40ºC), dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, mareos, vómitos, enrojecimiento de cara, cuello o tórax, congestión ocular (ojo rojo) o conjuntivitis. Es frecuente que existan cambios en el estado de ánimo, con irritabilidad y la persona puede llegar a estar confusa.
  3. Periodo hemorrágico: aparecen hematomas pequeños (petequias) que luego pueden hacerse más grandes en piel y mucosas. Se pueden producir sangrados por la nariz y las heces o la orina. También pueden aparecer vómitos de sangre o heces negras. Es frecuente que se agrande el tamaño del hígado y que la piel y mucosas se ponga de color amarillento (ictericia). En los casos más graves se puede producir una reducción del nivel de conciencia.
  4. El periodo de convalecencia o recuperación que comienza pasados 10‐20 días del inicio de la enfermedad puede ser lento y tener algunos síntomas como pulso débil, afectación de algunos nervios, dificultad para respirar, sensación boca seca, disminución de la agudeza visual, pérdida de audición y de memoria.

(Información elaborada por EFE)

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