La Comisión Europea ha emitido este miércoles un ultimátum a España, Bélgica y Dinamarca para que integren en su legislación las normativas de la Unión Europea referentes al mercado interno de electricidad. A estos países se les ha enviado un dictamen motivado, documento correspondiente al segundo paso en el proceso de infracción de la UE y precursor de la posible elevación del caso al Tribunal de Justicia de la UE, con el fin de asegurar la completa adopción de dichas normas.
En su declaración, la CE detalló que la directriz aún no adoptada establece principios fundamentales para la estructura y dinámica del sector eléctrico en Europa. Buscan generar mercados eléctricos integrados, competitivos, centrados en el consumidor, flexibles, justos y transparentes. La fecha límite original para incorporar esta directiva databa de diciembre de 2020.
La Comisión abrió el procedimiento de infracción a España en mayo de 2022, tras concluir que no todas las disposiciones de la directiva habían sido integradas en la legislación española. España, junto a Bélgica y Dinamarca, dispone ahora de dos meses para realizar las adaptaciones legislativas “necesarias” y comunicar estas acciones a la Comisión. De no cumplir con este requerimiento, la Comisión podría proceder a llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
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La reforma del mercado de la electricidad
El pasado 11 de abril, el Parlamento Europeo aprobó una nueva reglamentación y una nueva directiva para reformar el mercado eléctrico. Con motivo de la reciente crisis de precios energéticos, la UE busca ajustar el mercado con el fin de ofrecer precios asequibles y estables a los consumidores, proteger a sus clientes e impulsar el desarrollo de energías renovables y almacenamiento energético.
La reforma, compuesta por un reglamento y una directiva, obtuvo un holgado apoyo en su votación (433 votos a favor, 140 en contra y 15 abstenciones para el reglamento; 473 a favor, 80 en contra y 27 abstenciones para la directiva). Su validación será efectiva cuando el Consejo de la Unión Europea adopte el nuevo diseño del mercado, gestión con la que pretenden al mismo tiempo alejarse de los hidrocarburos procedentes de Rusia.
La reforma del mercado tiene como finalidad dar respuesta a largo plazo a la crisis energética sufrida en 2022 y derivada por la invasión rusa de Ucrania. Pese a la creciente proporción de energías ‘verdes’ en el mix energético europeo, los precios de los combustibles fósiles (especialmente del gas) han aumentado los precios de la electricidad en Europa.
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¿Qué cambiará con la nueva reforma?
La reforma pretende crear un colchón entre los mercados y las facturas de electricidad que pagan los consumidores. Pretende garantizar:
- Más protección para los consumidores: los ciudadanos dispondrán de más opciones a la hora de firmar su contrato, lo que provoca mayor disponibilidad de contratos de precio fijo, más flexibilidad para elegir precios dinámicos e información más clara y transparente antes de la firma. Además, se protegerá mejor a los consumidores vulnerables, ya que la nueva reglamentación ordena a los gobiernos garantizar que haya suficientes proveedores de último recurso.
- Más estabilidad y competitividad empresarial: las empresas contarán con precios más estables mediante contratos a largo plazo, lo que suavizaría las fluctuaciones en los ingresos de los productores energéticos.
- Más electricidad ecológica: la generación de este tipo de energías será más sencilla de prever, mediante nuevas obligaciones de transparencia. De este modo, se intentará mantener el control sobre los precios y cumplir con los ambiciosos objetivos climáticos.