Siete actrices han pedido añadir sus testimonios a la denuncia que presentó la semana pasada la Fiscalía Provincial de Madrid contra el dramaturgo y director teatral Ramón Paso, de 47 años, por haber cometido agresiones sexuales a 14 mujeres. Según ha podido confirmar El País, las nuevas denunciantes escribieron un correo al despacho de Luisa Estévez, la abogada que representa a las otras afectadas, para expresarle su deseo de sumarse a la denuncia.
La semana pasada, la Fiscalía Provincial de Madrid presentó una denuncia contra el director por presuntos delitos sexuales que habría cometido contra varias mujeres entre 2018 y 2023. El Ministerio Público ha dirigido la denuncia al Decanato de Juzgados de Madrid tras haber culminado unas diligencias preprocesales en las que tomó declaración a 14 presuntas víctimas -con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años- que ratificaron su denuncia en sede fiscal.
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La Fiscalía ha incluido en su denuncia presuntos delitos de agresión sexual -en algunos casos en su modalidad continuada-, así como delitos de acoso sexual y hostigamiento, contra la integridad moral y de coacciones. Dichas conductas se habrían producido en los castings en los que participaba Paso y las presuntas víctimas, siempre a propósito de la actividad teatral del director.
A raíz de la noticia, la obra Jardiel enamorado, que se estrenó el pasado 10 de abril, se suspendió “definitivamente”. El pasado miércoles, los integrantes del equipo, el teatro y la productora decidieron poner fin a sus representaciones después de que Pepe Viyuela, que interpretaba al escritor Enrique Jardiel Poncela en la obra, dijera que no quería seguir con la función. “Yo me he quedado de piedra. Estoy nervioso. No pienso en otra cosa. Estoy conmocionado”, explicó el actor a Europa Press tras la noticia de Paso. “No quiero llamarle. No quiero seguir con la función. Me voy”, subrayó.
“No sé si la función va a continuar”, reflexionó entonces el actor. Además, consideró que, tras las acusaciones a Paso, “al público tampoco le va a apetecer verla”. “No tengo tripas para salir a escena esta tarde”, concluyó antes de la reunión en la que se decidió suspender la representación de forma definitiva.
“Respetuosos siempre con el principio de presunción de inocencia, nos solidarizarnos con las víctimas, asumiendo la responsabilidad que tenemos como exhibidores, productores, intérpretes o trabajadores de la Cultura para contribuir de esta manera a concienciar y parar esta lacra, así como crear un espacio seguro en el teatro”, afirmaron las partes en un esperado comunicado. “La gravedad” de los hechos les llevó a poner fin a la obra. De hecho, no sólo se había cancelado la función del pasado miércoles, sino que el acceso a la compra de entradas para Jardiel enamorado llevaba inhabilitada desde el mediodía de dicho día.
Más denuncias
La noticia de Ramón Paso supone un nuevo capítulo tras las denuncias vertidas sobre el director Carlos Vermut. Tres mujeres acusaron al director de Magical Girl y Mantícora de violencia sexual en un reportaje elaborado por El País. Se trataba de una estudiante de cine, una empleada de una de sus producciones y una trabajadora del sector cultural, que aseguraron al medio que, al igual que en el caso Paso, Vermut se sirvió de su posición para someterlas a relaciones violentas que en ningún momento consintieron. Los hechos transcurrieron entre mayo de 2014 y febrero de 2022.
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Más tarde, otras tres mujeres se unieron a las denunciantes previas, confirmando sus declaraciones y aportado sus experiencias particulares con el director. Una de las mujeres contó que el acusado la inmovilizó, estranguló y forzó a tener sexo mientras ella se negaba tanto verbal como físicamente, mediante patadas, tratando de quitárselo de encima. Otra de ellas dijo que Vermut se lanzó sobre ella para besarla y tocarle los pechos y que él acabó arrancándole el sujetador, de nuevo habiendo escuchado una negativa explícita. La tercera de ellas, que trabajaba para él, fue encerrada en su casa después de un tiempo recibiendo un trato “denigrante, tanto verbal como físico”, así como una violencia inusitada y no consentida en las relaciones que mantuvieron.
Vermut aseguró a El País a raíz de la investigación que no había sido “consciente de haber ejercido violencia sexual contra ninguna mujer” y que ha “practicado sexo duro siempre de manera consentida”. “Me gustaría que saliera publicado -pide el acusado- que he tenido muchas relaciones de muchos tipos, siempre queriendo que la otra persona esté bien. Y creo que haber tenido una vida sexual promiscua y haber tenido sexo de muchos tipos puede llevarte a situaciones como estas”.