El juicio a Daniel Sancho entra en su recta final. Antes de la tan esperada declaración del acusado, prevista para la sesión de este jueves, el tribunal de la Corte de Koh Samui ha escuchado a el testimonio del portavoz de la familia de Edwin Arrieta, el abogado español Juan Gonzalo Ospina. El propio letrado, en conversación con Infobae España, dice estar “muy satisfecho” con su papel como único testigo de la familia Arrieta, que ejerce la “coacusación” en la causa.
Durante una larga declaración de unas dos horas y media, Ospina ha relatado el “sufrimiento” de los familiares más cercanos de Edwin, sus padres y su hermana Darling, tras el crimen del cirujano colombiano, presuntamente a manos de Sancho.
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El portavoz ha respondido a las preguntas de la Fiscalía, el abogado de la “coacusación” y la defensa. El acusado no le ha hecho ninguna pregunta. Su abogado sí le ha preguntado si, en su condición como abogado, ha recibido “poderes” de parte de la familia Arrieta, a lo que ha contestado que su papel en el juicio es el de “portavoz” y “defensor de los intereses” de los familiares de Edwin.
Ospina fue el elegido por la familia Arrieta para representarles ante el tribunal de Tailandia. En un principio iban a ser los padres de Edwin quienes compareciesen por videoconferencia desde su domicilio en Lorica (Colombia), pero el tribunal tailandés lo rechazó por falta de medios técnicos, además de la diferencia horaria entre ambos países. Después, plantearon la posibilidad de que fuera Darling la voz de la familia ante la Corte de Koh Samui, pero finalmente la familia depositó su confianza en el citado abogado.
Los padres de Arrieta, en una “profunda depresión”
El portavoz ha asegurado ante el tribunal que desde la muerte de Edwin sus padres, Leovaldo y Ana Marcela, están sumidos en una “profunda depresión”. Pese a que no conocen los datos más escabrosos sobre el crimen, Ospina ha enfatizado que Leovaldo, en concreto, está bajo tratamiento con “ansiolíticos” como consecuencia del fallecimiento de su hijo.
La familia Arrieta, a través de su portavoz, ha ratificado su reclamación de 410.000 euros en concepto de indemnización por el asesinato. En un informe aportado a la causa, sostienen que Edwin era el “sustento económico” de sus familiares más cercanos y cuantifican en 760.000 euros el daño causado a la familia. En el documento, al que tuvo acceso Infobae España, el equipo jurídico de los Arrieta subraya que los padres se encuentran en “situación de pobreza” porque “dependían” de su sueldo, que “superaba los 10.500 euros mensuales”.
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En concreto, Arrieta tuvo unos ingresos brutos de 234.529.000 pesos colombianos o 57.617 euros en el ejercicio de 2021 y de 87.267.000 pesos colombianos o 21.439 euros en 2022 por “actividades ordinarias” en su empresa de cirugía plástica. Además, percibía de empresas externas 23.460.500 pesos colombianos o 5.726 euros al mes.
Ese mismo informe subraya que “la salud de los padres era óptima hasta el fallecimiento de su hijo (sin considerar los problemas visuales del padre), agravándose en la actualidad con cuadros depresivos, ansiedad y terrores que les hacen enfermar con asiduidad y requerir tratamientos médicos”.