Cataluña regula el alquiler de temporada para frenar el fraude en el límite de rentas

El Govern pretende con esta medida proteger a los inquilinos ante la fuga de alquileres permanentes hacia temporales para esquivar la Ley de Vivienda

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Fachada de un edificio, a
Fachada de un edificio, a 25 de abril de 2023, en Barcelona, Catalunya (España). (David Zorrakino - Europa Press)

El Govern de Cataluña ha aprobado un decreto ley que regula el alquiler de temporada en la comunidad para evitar la picaresca de los propietarios que se pasan a este tipo de contratos para eludir la aplicación del límite de rentas, restringiendo sus usos e introduciendo sanciones. El Ejecutivo catalán ha tomado esta decisión de urgencia en su reunión de este miércoles, un día antes del arranque de la campaña electoral de los comicios del próximo 12 de mayo.

La consellera de Territorio, Ester Capella, ha explicado en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern que la Generalitat pretende evitar la “picaresca” y “que se haga efectiva la contención de las rentas en toda su extensión” ante “el vacío legal” de la ley estatal de vivienda.

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En concreto, el decreto ley modifica la ley catalana de la vivienda de 2007 y acota los usos en los que los contratos pueden considerarse de temporada para diferenciarlos de los permanentes, que son los obligados a aplicar el tope de precio si están situados en zonas de mercado tensionado y son propiedad de grandes tenedores.

Limitados para usos de ocio, recreativos y vacaciones

Así, los alquileres de temporada quedarán limitados para usos de ocio, vacaciones y recreativos, como podría ser un congreso o un festival, mientras que no podrán utilizarse para fines laborales, estudiantiles o incluso médicos, aunque la duración del contrato sea corta.

El Govern pretende con esta medida proteger a los inquilinos ante la fuga de alquileres permanentes hacia temporales que ha detectado desde que hace poco más de un mes entró en vigor el control de rentas, al tiempo que se “desincentiva” los “usos fraudulentos”, según fuentes del Departamento de Territorio.

El decreto ley también regula por primera vez el alquiler de habitaciones y determina que la suma de sus rentas no podrá ser más elevada que el tope que corresponda a la vivienda en la que se encuentran.

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Un problema nacional

El trasvase de pisos de alquiler permanente al de temporada se ha disparado en el último año impulsado por la posibilidad de los arrendadores de escapar a la normativa que regula la Ley de Vivienda, tanto en los precios de las rentas como en los períodos de contrato.

Así, solo en el primer trimestre de este año, los alquileres de temporadas han aumentado un 56% a nivel nacional respecto al mismo periodo del año anterior, haciendo que su peso en el mercado inmobiliario llegue hasta el 11%. En paralelo, la oferta de alquileres permanentes se desplomó un 15%.

La brecha del alquiler se agranda en España: un piso en renta en los barrios más caros cuesta 2.000 euros más que en los más baratos.

Libertad de precios

La querencia de los arrendadores por los alquileres de corta duración se debe a que les reporta mayores beneficios, ya que les da más libertad para subir el precio de las rentas a su antojo sin someterse a los topes que establece la Ley de Vivienda en los alquileres permanentes.

Otra de sus ventajas es que tampoco deben someterse a las prórrogas extraordinarias de los contratos de alquiler, mientras que en el caso de los permanentes el inquilino puede permanecer en el piso hasta cinco años, incluso si en el contrato se ha establecido un plazo inferior.

En este contexto, las capitales que más viviendas en alquiler de temporada ofertan son San Sebastián y Barcelona, con el 30% del total. Seguidas por Cádiz, con el 21%, y Badajoz, con un 18%. Mientras que en Madrid es del 15% y en Valencia y Málaga, el 13%, según datos de idealista.

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