Médico internista: qué hace y cuáles son sus funciones

La medicina interna abarca la atención de patologías que no requieren de intervenciones quirúrgicas, y que afectan a múltiples órganos del cuerpo. Los internistas, gracias a su amplio conocimiento en diversos trastornos, se establecen como referentes para pacientes que no dan con un diagnóstico claro a través de otras especialidades. Entre sus responsabilidades destacan la realización de exámenes preventivos y la coordinación con otras especialidades médicas para un tratamiento integral, tal como se detalla en su web el grupo médico Quirón Salud.

Los médicos internistas se especializan en la atención de pacientes afectados por enfermedades infecciosas, patologías que afectan a diferentes órganos o que presentan varias dolencias a la vez. Asimismo, preparan de manera óptima a los pacientes antes de someterse a cirugías, supervisan su recuperación postquirúrgica y gestionan los cuidados requeridos durante su estancia hospitalaria. También poseen las competencias necesarias para identificar afecciones raras o de diagnóstico complejo.

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Según explican desde Quirón salud, aquellas personas que necesiten una atención integral por parte de un especialista con una visión general del cuerpo, de su funcionamiento y de sus trastornos por los síntomas que presentan o por recomendación del médico de familia, deben ir a la consulta del médico internista. Se debe pedir cita sin demora cuando se presenta una enfermedad crónica, cuando se sufre una infección sin causa aparente, cuando se tiene más de una enfermedad que afecte a diferentes órganos o cuando otros facultativos no hayan conseguido ofrecer un diagnóstico claro.

En el ámbito de la medicina interna, se emplean diversos procedimientos orientados al diagnóstico de enfermedades, ya que el tratamiento específico suele administrarse en unidades especializadas. Entre las técnicas diagnósticas más frecuentes se encuentra el diagnóstico diferencial, que implica la evaluación de síntomas para identificar una patología específica, descartando otras con manifestaciones clínicas similares. La vacunación se presenta como un método para fortalecer el sistema inmune contra infecciones.

La punción lumbar, por su parte, involucra la inserción de una aguja en la parte baja de la espalda para extraer líquido cefalorraquídeo, con el objetivo de analizarlo en busca de ciertas enfermedades. Finalmente, el índice tobillo-brazo compara la presión arterial en el tobillo con la del brazo para diagnosticar enfermedad arterial periférica, sugiriendo obstrucción arterial en las extremidades inferiores si el índice es bajo.

En el ámbito de la medicina interna, existe una amplia gama de enfermedades que son diagnosticadas y tratadas con frecuencia. Entre estas patologías se incluyen la neumonía, que afecta a los pulmones; el ictus; la pancreatitis, inflamación del páncreas; y la dislipemia, desorden de los lípidos en la sangre. También se atienden casos de fibrilación auricular y otras arritmias cardiacas, que implican irregularidades en el ritmo del corazón. Las enfermedades vasculares como la vasculitis, que implica la inflamación de los vasos sanguíneos, la cirrosis, que afecta al hígado; y la angina de pecho, que indica problemas de flujo sanguíneo al corazón, son comunes.

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Además, se tratan pacientes con insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal, donde el corazón y los riñones, respectivamente, no funcionan adecuadamente. Por último, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es otra condición habitual en este servicio, caracterizada por limitar el flujo de aire en los pulmones.