La construcción de viviendas cada vez más pequeñas con escaso espacio de almacenamiento ha impulsado una inversión muy lucrativa para los pequeños ahorradores: los trasteros. La demanda de estos inmuebles se ha disparado sobre todo en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, tanto por particulares como profesionales independientes y pequeñas empresas que operan online y que se ven obligados a alquilarlos para guardar sus pertenencias y mercancías abriendo un mercado en expansión.
En este escenario, comprar trasteros para alquilar supone una buena oportunidad para pequeños ahorradores, señalan los analistas, ya que la inversión que requieren es asumible por ellos y su rentabilidad supera a la de otros productos inmobiliarios como la vivienda. A sus ventajas se suma el bajo riesgo de la inversión, los gastos de mantenimiento reducidos y una morosidad escasa en el sector.
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El precio medio de un trastero pequeño ronda entre los 6.000 y 9.000 euros en ciudades como Barcelona o Madrid, mientras que la rentabilidad obtenida por alquilarlos puede llegar hasta el 8,5%, un retorno superior al 7,3% que ofreció en el primer trimestre de este año el alquiler de vivienda.
Su elevado retorno se debe a que el alquiler de un trastero pequeño puede oscilar entre los 30 y los 70 euros al mes el metro cuadrado, dependiendo de donde esté localizado y del nivel de demanda que exista en esa zona, indica Oscar F. de Torres Neira, responsable de formación técnica de Gloval Building Value.
A su juicio, “la inversión en trasteros suele ser una inversión segura, con una rentabilidad media-alta, estable pese a las fluctuaciones del mercado, y con muy bajo coste de adquisición y mantenimiento, siempre y cuando se localicen en las ubicaciones más adecuadas a la demanda existente”.
Alquileres de larga duración
Los principales arrendadores de trasteros son particulares, un 60%, frente al 40% de profesionales entre los que destacan pequeños empresarios y autónomos, que alquilan por un periodo medio de 11 meses, indican desde la Asociación Española de Self Storage (AESS).
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“Quienes los usan una vez, suelen repetir, ya que comprenden la ventaja de convertir un gasto que antes era fijo en un gasto variable, pagando solo cuando lo necesitan”, señala Sole Martínez, gerente de la AESS.
El retrato robot del usuario de trasteros es una persona de entre 35 y 65 años, residente en una gran ciudad, que paga de media un alquiler de 70 euros al mes, aunque esto varía según la ciudad e incluso el barrio en que esté ubicado el inmueble, y que vive a tan solo 10 minutos de él.
En el caso de profesionales y empresas, su elección de ubicación depende en gran medida de su área de influencia laboral y buscan espacios de almacenamiento más amplios.
Más de un millón de metros cuadrados
El mercado de trasteros ya supera el millón de metros cuadrados en España, según un informe elaborado por la consultora Savills, y la mayor parte de la oferta está concentrada en Madrid y Barcelona, con el 50% de la actividad.
La pujanza del sector en España ha hecho que el número de trasteros haya crecido un 10% por encima de la media europea desde la pandemia y, según el estudio existe margen para una mayor penetración hasta alcanzar niveles de mercados más maduros como Reino Unido y Estados Unidos.