El 23 de abril, Día Internacional del Libro, está marcado en rojo en el calendario de Letizia, pues puede celebrar una de sus grandes aficiones, la literatura. Este arte tiene su máximo apogeo en la entrega anual del Premio Cervantes, donde la Reina puede conocer a algunos de los autores del momento y descubrir de primera mano el ejemplar que ha sido galardonado.
Este 2024 no ha sido menos y, junto a su marido, el rey Felipe, ha viajado a la localidad madrileña de Alcalá de Henares, donde tiene lugar la entrega. La cita se ha celebrado en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares y el autor premiado es Luis Mateo Díez, “uno de los grandes narradores de la lengua castellana, heredero del espíritu cervantino, escritor frente a toda adversidad, creador de mundos y territorios imaginarios”, tal y como ha reconocido el jurado.
Te puede interesar: Este gesto de Felipe sobre Letizia ha dado pie a todo tipo de especulaciones: de arrebatos de amor a la preocupación por su enfermedad
Esta es una cita cargada de simbolismo y marcada por el protocolo, así que Felipe VI ha acudido de chaqué y con el Toisón de Oro, la orden más prestigiosa y antigua de España. La reina, por su parte, ha roto con la tradición que venía siguiendo en estos premios y es que ha estrenado un look que ha acaparado todas las miradas.
Se trata de un original traje de tweed de corte midi y manga que, aunque a primera vista puede parecer un dos piezas, es en realidad un vestido. En una mezcla de colores grises y morados, cuenta con un desflecado en las mangas y el bajo de la blusa que aporta movimiento y hace que sea un estilismo original a la vez que sofisticado. En cuanto a la firma, esta es un misterio, pues no pertenece a ninguna de sus habituales, como Moisés Nieto o Carolina Herrera, por lo que bien podría ser de la costurera de Zarzuela.
Los complementos
Para acompañar este vestido ha apostado por un bolso de mano de color negro, firmado por Hugo Boss, que lleva en su armario desde 2015 que potenciaba el aire clásico del conjunto.
En cuanto al calzado, más consciente que nunca de su dolencia en el pie tras el viaje a Países Bajos, ha optado por unos slingback, también en negro, de Massimo Dutti y con un tacón bajo que hace que sean más cómodos. Cabe recordar que la reina Letizia sufre un neuroma de Morton en el pie izquierdo, lo que le dificulta llevar tacones altos o permanecer de pie mucho tiempo.
Te puede interesar: Los seis ‘looks’ que Letizia ha lucido en su viaje a Países Bajos: estrenos, piezas del joyero real y zapatos de tacón bajo
En las orejas ha llevado unos pendientes muy conocidos, las perlas australianas que guarda en su joyero desde el nacimiento de Leonor y que ha lucido en incontables ocasiones en los últimos años. Muy elegantes, están formadas por un diamante redondo del que caen otros cuatro de menor tamaño, terminando en la perla. Desmontables, se pueden lucir tanto completos como por separado, eligiendo solo la parte de los diamantes. En su mano, como ya es habitual, el anillo de Coreterno.