Un policía sancionado por la fuga de un preso: se dejó la puerta del calabozo abierta

Tardó más de media hora en realizar el relevo, tiempo que el preso aprovechó para deambular por la comisaría hasta encontrar una salida

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Preso en un calabozo (Pexels)
Preso en un calabozo (Pexels)

El Tribunal Supremo de Justicia de Madrid ha confirmado la sanción de suspensión de funciones de veinte días para un agente de la Policía que no comprobó el estado de la cerradura de uno de los calabozos, a pesar de saber que tenía un estado deficiente, permitiendo así que el detenido que se encontraba dentro se fugará. A parte, el agente tardó más de media hora en el cambio de turno, lo que permitió al preso deambular libremente por la comisaría hasta que encontró una forma de salir.

De esta manera, los magistrados han desestimado el recurso contencioso-administrativo interpuesto por el afectado contra la decisión tomada por la Dirección General de la Policía el pasado 3 de marzo de 2022. Además, se impone al demandante el pago de las costas del proceso, pero que no deben exceder los 500 euros, según viene recogido en la Ley 37/2011 de 10 de octubre.

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Robó una bicicleta para su huida

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 14 de agosto de 2021. En la comisaría se encontraban dos Policías, turnándose cada dos horas entre el puesto en la garita de la puerta de acceso y el de la zona de calabozos. Uno de los detenidos es trasladado a los servicios médicos a la 01:10, regresando a las 02:30 del mismo día. En este momento es reintroducido en su calabozo, el cual tiene una cerradura en mal estado, y el agente que ahí se encontraba, el sancionado, no hace las comprobaciones necesarias para saber si está cerrado.

Este agente estuvo realizando las rondas por los calabozos cada media hora, siendo la última a las 03:35, misma hora a la que se dirige a realizar el relevo, pero no llega hasta el puesto de la entrada hasta las 04:00. En ese lapso de tiempo, en concreto a las 03:42, el detenido sale de forma sigilosa, con los zapatos en la mano, de su calabozo y se encuentra que no hay ningún agente en la zona del precalabozo. La puerta de salida está cerrada, pero buscando en la mesa donde tendría que estar el policía, encuentra el pomo y sale de ahí.

Sale al patio exterior y se dirige a la puerta principal, donde ve al otro agente custodiándola, por lo que decide dar la vuelta y trasladarse a la parte trasera del edificio. Ahí se encuentra con una bicicleta, la roba y tras subirse a un tejadillo, llega a la calle y escapa.

El sistema defectuoso de la cerradura

El funcionario tras conocer su sanción decidió presentar un recurso mostrando su disconformidad con esta decisión. Alegaba que existe un tercer puesto de cámaras, desde el cual se pueden observar todos los movimientos de cualquier persona en la comisaría, que no estaba cubierto por ningún funcionario y que el sistema de cierre de la celda estaba defectuoso, lo que no le es imputable.

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También defendía que realizó su trabajo de la forma que estaba prevista, haciendo las rondas cada media hora, sin constatar ninguna incidencia. El relevo lo llevó a cabo correctamente, ya que según se ordena reglamentariamente tiene que ser el que se encuentra en los calabozos el que acuda al otro puesto, para que la entrada no quede nunca desatendida.

Todo esto ha sido desestimado por el TSJ de Madrid, ya que él era conocedor del estado de la cerradura y tendría que haber tomado las medidas pertinentes para que quedara la celda sellada y aunque el relevo si se hizo de la forma correcta, no existe ninguna excusa que justifique tardar más de media hora entre los dos puestos.

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