Miguel Urdangarin, el tercer hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, lleva un tiempo en el centro de la noticia tras sufrir un accidente de esquí por el que finalmente tuvo que ser operado. Tras esta intervención, que salió bien, el joven ha tomado una importante decisión sobre su futuro más inmediato.
En la actualidad, el joven está residiendo en Ginebra con su madre desde que terminó sus estudios universitarios de Biología Marina en Gran Bretaña el pasado otoño. Allí comenzó a principios de 2024 comenzar un curso de instructor de esquí, un deporte que le apasiona y que practica desde que era un niño.
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Fue precisamente sacándose esta licencia cuando, a mediados de marzo, sufrió un aparatoso accidente de esquí que le provocó una grave lesión en la rodilla derecha por la que ha tenido que pasar por quirófano hace dos semanas, coincidiendo con la hospitalización de su abuela, la reina Sofía, en Madrid a causa de una infección en el tracto urinario.
Tal y como desveló ¡Hola! en ese momento, la operación salió bien y Miguel está muy animado, pero la rehabilitación se alargará durante un largo periodo. No será hasta aproximadamente dentro de seis meses cuando el nieto del rey Juan Carlos pueda retomar la normalidad y, con ella, volver al curso de instructor de esquí, interrumpido tras su accidente.
Este revés ha provocado que a sus 21 años Miguel Urdangarin haya decidido tomarse un año sabático para pensar qué quiere hacer en un futuro. Según la citada publicación, cuando termine la rehabilitación será cuando decida si hace el posgrado que tenía en mente hasta ahora.
Eso sí, no ha dejado sus estudios, puesto que Miguel, que estudió en el Centro Nacional de Oceanografía de la Universidad de Southampton, ha seguido preparándose a distancia y las opciones para continuar con su formación son varias: podría especializarse en investigación o conservación ambiental, en gestión del hábitat o en tecnologías innovadoras sobre soluciones climáticas positivas por poner algunos ejemplos.
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No es el primero de su familia en tomarse un año sabático, puesto que su hermana Irene Urdangarin - que está en el punto de mira tras salir a la luz su relación sentimental con Juan Urquijo y Moreno- hizo lo propio tras cumplir la mayoría de edad.
Tras pasar el otoño en el Palacio de La Zarzuela con la reina Sofía, periodo que aprovechó para sacarse el carnet de conducir, desde enero está haciendo un voluntariado en Camboya que se alargará previsiblemente hasta el próximo junio, cuando decidirá qué carrera universitaria quiere estudiar.
El Urdangarin discreto
Al igual que sus hermanos, Miguel siempre ha intentado mantener un perfil bajo que le permitiera realizar su vida lejos de los focos, especialmente en el momento de mayor exposición mediática, cuando su padre fue condenado. Por ello se conoce muy poco de él y es que, tras acabar bachiller en el colegio Ecolint de Ginebra, al que también fue su hermana, se mudó a Reino Unido para seguir su sueño de estudiar biología marina.
Responsable y educado, como todos los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, dicen quienes le conocen que es muy divertido, responsable, inteligente y el más alegre de todos. Desde pequeño ha tenido las cosas claras y, además de querer dedicarse al mundo marino desde siempre, le gusta el deporte y la música, lo que une también con sus abuelos, los reyes eméritos, con los que también tiene una relación estrecha.
También está muy unido a sus hermanos quienes, como él, muy pronto se fueron de la casa familiar para comenzar sus propios caminos. Mientras que Juan trabaja en Londres, en la empresa Extreme E, Pablo se encuentra en Barcelona dedicado a su carrera deportiva, pues juega al balonmano en el club Fraikin BM Granollers. Irene, por su parte, se encuentra en Camboya realizando un voluntariado que seguro le cambia la vida.