Para los auténticos amantes de la cocina, cada país se identifica a partir de sus platos tradicionales más representativos. Para este tipo de personas, viajar implica saborear, probar y atreverse, descubriendo nuevos y sorprendentes sabores y texturas que marcan las gastronomías de cada lugar del planeta. Bien lo sabe TasteAtlas, una web que aspira a recoger los platos estrella de cada esquina del mundo, ya sean tan conocidos como la pizza italiana o tan ocultos como el baursak kazajo.
La guía de viajes recoge en diferentes categorías los platos y productos tradicionales más queridos y odiados del mundo, una lista basada en las valoraciones que la audiencia de esta guía aporta en cada uno de los platos que ha probado. Además, en su web recoge recetas tradicionales de todos los lugares del mundo, ofreciendo una descripción, una explicación de cómo elaborarlas y algunas ideas, como dónde disfrutar de cada uno de estos curiosos platos. Entre sus creaciones se encuentra este mapa, un atlas en el que podemos consultar cuáles son los postres más famosos de cada país del mundo y apreciar, así, las diferencias y similitudes que nacen en el mundo de la gastronomía.
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Dar la vuelta al mundo con el mejor sabor de boca es posible con este mapa interactivo, con el que ir descubriendo la parte más dulce de cada gastronomía del planeta. Desde la tarta de tres leches en Nicaragua hasta los mochis japoneses, pasando por las tortitas con sirope de arce que se desayunan en Canadá o las bananas asadas que se elaboran en el país africano de Gabón. El mundo está lleno de opciones diferentes, sorprendentes o incluso extrañas para algunos y deliciosamente comunes para otros.
En España, desde los soplillos hasta la tortilla de manzana
España también ofrece un rico mapa de postres tradicionales, que refleja una enorme diversidad regional en su repostería. En el norte, la tarta de Santiago se erige como el dulce emblemático de Galicia, elaborada principalmente con almendras. Asturias presume de su tortilla de manzana, mientras que Cantabria es célebre por sus sobaos pasiegos. El País Vasco aporta su deliciosa tarta de queso a este delicioso repertorio.
Dirigiéndose hacia el este, Cataluña nos deleita con la crema catalana, y aunque no se limita a una región específica, los melocotones al vino y los churros comparten la fama en toda España. En el territorio de Castilla-La Mancha, se destaca el alajú y las marquesas como postres representativos. Castilla y León no se queda atrás, ofreciendo mantecadas de Astorga, leche frita y las tradicionales yemas de Santa Teresa.
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Viajando al sur, vemos cómo Andalucía cuenta con una repostería de sabores únicos, con opciones como los mostachones de Utrera, los mantecados de Estepa, característicos de la Navidad, y los soplillos de Granada. Córdoba es conocida por sus pasteles y Medina Sidonia por el alfajor. Murcia aporta al surtido los paparajotes. Las islas no solo destacan por sus paisajes sino también por su repostería: Mallorca ofrece la greixonera de Brossat, Ibiza el flaó y Canarias el bienmesabe.
Entre los clásicos españoles que se encuentran a lo largo y ancho del país, no pueden faltar las rosquillas, el arroz con leche, natillas, magdalenas, buñuelos, huesos de santo o el recurrente arroz con leche para cerrar cualquier menú con un toque dulce. Este panorama reposteril no solo evidencia la riqueza gastronómica de España, sino que además invita a un viaje culinario por sus diferentes regiones, cada una con sus secretos y tradiciones repartidas en cada bocado de sus postres típicos.