La séptima gala de Supervivientes se presentaba como una de las más importantes de la edición por la esperada repesca y la tensión de una posible expulsión que podría alterar el curso del reality. Los encargados de liderar este emocionante episodio han sido Jorge Javier Vázquez desde Madrid y Laura Madrueño desde Honduras. La presentadora, sufrió un percance de salud y tuvo que retirarse momentáneamente, dejando a Jorge Javier al frente del programa: “Laura Madrueño está indispuesta, hace un calorazo tremendo en Honduras y voy a tener que llevar yo el juego desde aquí”, anunció adaptándose rápidamente a la situación.
Ya desde el inicio, la gala prometió cambios importantes al anunciar una reorganización de los grupos, una decisión que dejó a los concursantes y a la audiencia en vilo. Los líderes actuales, Miri y Rubén Torres, tuvieron que seleccionar a sus compañeros favoritos para conseguir ganar la prueba y elegir un lugar mejor en el que vivir. Sin embargo, tras el anuncio de la prueba, el programa fue a una pausa publicitaria de más de siete minutos que elevó el momento de tensión entre el público.
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Aunque a la vuelta, la ausencia de Madrueño se hacía extrañar, ya que se encontraba Jorge Javier liderando la prueba completa desde Madrid. Tras la indicación de las instrucciones de esta comentó: “Los familiares que no se preocupen, que está muy bien. Todo está en orden, pero está un poco indispuesta y en cuanto se recupere volverá al concurso”. Mientras los concursantes disputaban la prueba, el presentador volvió a asegurar que ella se encontraba bien y en unos minutos volvería a reincorporarse.
Una separación muy difícil y la vuelta de Matamoros
Cosa que se cumplió ya que, tras la victoria del equipo de Rubén Torres, la presentadora volvió a aparecer asegurando que solo se había tratado de un mareo por el calor, aunque confesó que “lo he pasado fatal”. El catalán intentó quitar tensión al momento con el comentario: “Lo que más me preocupa, esta noche el sueldo de Laura Madrueño me lo quedo yo, ¿no?”, haciendo reír a la audiencia. Un programa que no ha podido evitar el dramatismo por la expulsión de uno de los tres nominados: Mario González, pareja de Claudia Martínez, a quien ha dejado esta decisión muy tocada.
A pesar de este final, el de La Isla de las Tentaciones ha tenido la oportunidad de volver a intentar concursal si se sumaba a la repesca del programa. Aunque él, para la decepción de su novia, ha decidido que no, ya que “Estoy con la cabeza que se había acabado ya y quiero estar con mi hijo. Estoy en shock. Mi mente está fuera y es lo peor que me podría pasar”. Asegurando también que ella lo entendería. La gala ha terminado con la gran noticia de la reincorporación de Laura Matamoros al ganar, por elección del público, esta repesca en la que se enfrentaba a Rocío Madrid, Kike Calleja y Lorena Morlote.
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