Las experiencias que han estrechado el vínculo entre Letizia y Máxima: del suicidio de sus hermanas al conflicto con sus suegras

Ambas reinas han demostrado guardar una excelente relación que, sin duda, se ha visto favorecida por las vivencias que tienen en común

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Las reinas Letizia y Máxima, durante un acto en Ámsterdam. (EFE/EPA/Remko de Waal)
Las reinas Letizia y Máxima, durante un acto en Ámsterdam. (EFE/EPA/Remko de Waal)

El viaje de Estado de los reyes de España a Países Bajos ha vuelto a evidenciar la excelente relación que guardan los representantes de ambas monarquías. La complicidad entre Felipe VI, Guillermo Alejandro, Máxima y Letizia ha vuelto a ser palpable, demostrando que los estrechos vínculos entre las dos familias permanecen intactos. En el caso de las consortes, su cercanía se ha visto influida por varias vivencias en común que han reforzado esos lazos institucionales y personales.

Los dos aspectos más obvios que las reinas de España y Países Bajos comparten son la generación y el idioma. Y es que Máxima cumplirá 53 años en mayo, mientras que Letizia alcanzará los 52 en septiembre. Además, ambas hablan español como lengua nativa, pues la esposa del rey Guillermo es oriunda de Argentina. Sin embargo, hay otras experiencias que han vivido casi paralelamente.

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Origen plebeyo

Letizia y Máxima son dos de las mejores representantes de la modernización de las monarquías europeas. Las dos consortes no provienen de linajes reales y ni siquiera pertenecían a la alta sociedad, pues la española era periodista y la argentina trabajaba como economista.

Los Reyes Felipe y Letizia, junto a Guillermo y Máxima de los Países Bajos. (Europa Press)
Los Reyes Felipe y Letizia, junto a Guillermo y Máxima de los Países Bajos. (Europa Press)

Pese a que actualmente ambas reinas se han ganado la aceptación de los monárquicos y de las propias familias de sus esposos, no siempre fue así. Las dos tuvieron que demostrar su valía para pertenecer a la Corona y conquistar a sus respectivas familias políticas.

Como suele ocurrir en este tipo de ocasiones, el camino de ambas mujeres hasta el lugar que ahora ocupan no ha estado libre de obstáculos. Y una de esas piedras en el camino han sido sus suegras. Tanto la reina Sofía como la reina Beatriz han tenido conflictos públicos con las esposas de sus respectivos hijos, pero ahora, en ambos casos, se presume públicamente de una cordial relación.

Reinas ‘por sorpresa’

El 19 de junio de 2014, apenas 10 años después de su boda, Felipe y Letizia se convertían en reyes de España. Lo hacían tras la abdicación del rey Juan Carlos en favor de su hijo, algo inusual que rompe con la tradición sucesoria.

Fotografías de la coronación de Felipe VI y Letizia (izda.) y de Guillermo Alejandro y Máxima (dcha.). (Getty Images)
Fotografías de la coronación de Felipe VI y Letizia (izda.) y de Guillermo Alejandro y Máxima (dcha.). (Getty Images)

Lo mismo ocurriría un año después con sus homólogos neerlandeses. Tras la renuncia a la corona de la reina Beatriz, su primogénito Guillermo Alejandro accedía al trono, pasando la princesa Máxima a ser consorte de la nación.

De esta manera, las hasta entonces princesas iniciaban un nuevo camino para el que nunca terminaron de estar preparadas, enfrentándose a nuevos retos mientras el foco de toda la sociedad se fijaba en ellas, las nuevas reinas.

Tragedia familiar

Pero, sin duda, la experiencia que más ha marcado las vidas de Letizia y Máxima y que ha contribuido a su cariño mutuo es el suicidio de sus hermanas, un duro golpe que por desgracia ambas han vivido en primera persona.

El 7 de febrero de 2007, Erika Ortiz era hallada muerta en su domicilio de Madrid. La joven de 31 años padecía una fuerte depresión y decidió poner fin a su vida. “Gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana pequeña”, dijo Letizia entre lágrimas a los periodistas que acudieron a cubrir el funeral.

El árbol genealógico de la Familia Real española

El 6 de junio de 2018, sería la reina Máxima quien recibiera la peor de las noticias. Su hermana Inés Zorreguieta, madrina de su hija Ariane, se había quitado la vida a los 33 años en su domicilio en Buenos Aires. Igual que Erika, Inés padecía una depresión severa.

Desde la casa real neerlandesa se informó entonces de que la esposa del rey Guillermo se encontraba “conmocionada y desolada”. Días después, ella misma se dirigió a los medios durante su visita a un hospital para hablar sobre la trágica muerte de su hermana: “Mi querida y talentosa hermana menor Inés también estaba enferma”, dijo, asegurando que “no conseguía encontrar la felicidad ni recuperarse”.

Sin duda, haber pasado por el mismo trauma ha unido más a estas dos reinas que, además, han mantenido un firme compromiso público con la salud mental, algo que han vuelto a demostrar juntas en el reciente viaje de los reyes de España a Ámsterdam, donde ambas han visitado un centro cultural destinado a jóvenes con problemas mentales.

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