Las cosas de palacio van despacio, más aún si el palacio en cuestión es el Ministerio de Defensa. La cartera que lidera Margarita Robles todavía no ha tomado una decisión sobre el Paz II, el satélite de observación de la Tierra llamado a ser el más avanzado jamás desarrollado por la industria espacial española. Y la falta de concreción en este proyecto de vital importancia para las Fuerzas Armadas ha obligado, según ha podido saber Infobae España, a postergar su puesta en órbita de 2028 -la fecha prevista en un principio- a finales de 2029, como mínimo.
Desde Hisdesat, la empresa público-privada responsable de gestionar la construcción de este sistema y de operarlo una vez en el espacio, han señalado que las negociaciones con Defensa se encuentran ahora en su etapa final y esperan que el acuerdo pueda alcanzarse este verano. Uno de los aspectos más importantes para poder hacerlo, la configuración final que tendrá el satélite, se ha cerrado en los primeros meses de este año, por lo que ahora es posible determinar el dinero necesario para materializar el proyecto.
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En una entrevista el pasado noviembre con este medio, el director general de la compañía, Miguel Ángel García Primo, sostuvo que la suma que barajaban con el Ministerio oscilaba entre los 1.200 y 1.700 millones de euros y que la misma dependería, justamente, de la complejidad de la configuración elegida. Finalmente, García Primo ha confirmado este jueves que la inversión estará más próxima a la horquilla baja del presupuesto.
De acuerdo a los planes de Hisdesat, en la construcción del Paz II será un programa tractor que ayudará a estructurar a toda la industria espacial española y contará con más del 60 % de sus componentes fabricados por compañías locales. Asimismo, será el doble de grande que su predecesor (Paz I), alcanzando las cuatro toneladas de peso, y en cuanto a sus prestaciones será mucho más potente en cuanto a la resolución, calidad de la imagen y velocidad para recolectar la información.
Más de 150.000 imágenes en seis años
Actualmente España dispone del satélite Paz, el primer sistema nacional de observación de la Tierra que, desde su puesta en órbita en febrero de 2018, ha tomado más 150.000 imágenes por encargo del Ministerio de Defensa para cubrir sus necesidades relacionadas con inteligencia militar: apoyo de las misiones de las Fuerzas Armadas en el exterior, control de fronteras o vigilancia de movimientos marítimos en el marco de operaciones de defensa internacionales.
Además de prestar servicio a Defensa, ha facilitado imágenes a los Ministerios de Interior, Asuntos Exteriores, Transportes, Hacienda, así como a diferentes organismos autonómicos. También colabora estrechamente con organismos internacionales como la Agencia Europea de Seguridad Marítima, la Agencia Espacial Europea, el Centro de Satélites de la Unión Europea, la OTAN o la NASA.
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Durante estos seis años de operaciones, Paz ha trabajado para usuarios tanto públicos como privados de más de 25 países: Estados Unidos, Canadá, Italia, Reino Unido, Noruega, Méjico, Chile o Sudáfrica son algunos de ellos. En el ámbito civil, los usuarios de Paz han crecido exponencialmente desde el inicio de sus operaciones gracias a las posibilidades de su tecnología radar, que permite captar imágenes tanto de día como de noche, y con independencia de las condiciones meteorológicas.
En total, el satélite ha proporcionado en este lustro 54.000 imágenes relacionadas con la gestión de riesgos y emergencias, la supervisión medioambiental, el control de infraestructuras críticas y obra civil o la vigilancia marítima, entre otras. En septiembre de 2023, Defensa prorrogó el uso del Paz hasta 2028, con la idea de que ese año entrara en funcionamiento su sucesor, algo que ahora se sabe no ocurrirá.