Los posibles cambios del Gobierno en la definición de las pymes y micropymes que podrían disparar las ayudas

Los nuevos umbrales que definirán estás compañías comenzarán a aplicarse con carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero de 2024

Guardar
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo (Eduardo Parra / Europa Press)
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo (Eduardo Parra / Europa Press)

El número de pequeños empresarios podría aumentar gracias a los cambios que el Gobierno tiene entre manos. La guerra de Ucrania, que cumplió hace poco más de un mes su segundo aniversario, ha sido uno de los factores que han provocado que el porcentaje de inflación se dispare y, con él, el precio de numerosos productos. Y esto ha llevado a que la factura de las empresas aumente. Ante esta situación, el Gobierno se ha visto obligado a tomar medidas y se ha abierto a modificar las calificaciones de pyme y micropyme. Un movimiento que abre la veda a que más empresarios tengan acceso a las ayudas y subvenciones públicas.

Hace tan solo unos días, ya se puso en funcionamiento esta modificación a través del trámite de audiencia pública para el anteproyecto de ley que cambiará los requisitos que definen las microempresas y las pequeñas y grandes empresas. En el anteproyecto se detalla que los nuevos umbrales que definirán estas compañías comenzarán a aplicarse con carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero.

Te puede interesar: Los emprendedores infrautilizan las ayudas para crear empresas: sólo un 0,5% piden créditos ICO o fondos Next Generation

Esta medida sigue la línea aprobada por la Comisión Europea, que ya transformó los requisitos que definen a las micropymes y pymes para adaptarlos a la inflación que han sufrido millones de empresas en toda Europa durante los últimos años, en concreto, con motivo de la “importante” inflación registrada entre el año 2021 y el 2022. De esta forma, las microempresas serán todas aquellas entidades cuyo importe total sea inferior a 450.000 euros (350.000 euros antes) y el volumen de negocio no alcance los 900.000 euros, 200.000 más que ahora que se encuentra en 700.000 euros.

En cuanto a las pequeñas entidades, el balance total actual deberá ser inferior a los 5 millones de euros, un millón más de la cifra que hay ahora. El volumen de negocio neto no podrá superar los 10 millones de euros; una cifra que ha aumentado en 2 millones. Además, las plantillas de estos negocios deberán ser inferiores a 50 personas. Por último, respecto a las medianas empresas, el balance total deberá ser inferior a 25 millones, una cifra que sitúa en los 20 millones actualmente; y cuyo volumen de negocio neto no podrá alcanzar los 50 millones. En cuanto los empleados, deberán contar con menos de 250 trabajadores.

Los cambios abren la veda a las ayudas

Uno de los objetivos de estos cambios es que más entidades tengan acceso a las ayudas disponibles para micropymes y pymes, dado que con estos nuevos umbrales, los negocios que se enmarcan bajo estas definiciones se van a incrementar en los próximos meses. Y es que, existen ciertas ayudas destinadas a este colectivo de negocio.

Algunas de las áreas que abordan estos paquetes de ayudas y subvenciones destacan una serie de subvenciones directas y préstamos preferenciales diseñados con el propósito de asistir a las pequeñas empresas en la mejora de su infraestructura tecnológica y en su transición al ámbito digital. Por otra parte, el Gobierno cuenta con una línea de ayudas destinadas a la transformación, recuperación y resiliencia; así como a la contratación y formación; y a la economía verde.

Te puede interesar: La creación de empresas marca récords de 16 años: sube un 7,9% en febrero hasta alcanzar las 10.960

La decisión de cambiar los umbrales de las micropymes y pymes también cuenta con detractores. La CEOE considera estos nuevos umbrales resultan insuficientes, dado que se limitan únicamente al impacto de la inflación y dejan de lado otros factores. Otros sectores europeos también pidieron a la entidad europea, en la que se basa la normativa España, que elevara este ajuste. Una cuestión que han rechazado, ya que consideran que los nuevos parámetros ya evitan que las micropymes y pymes estén sujetas a los requisitos más exigentes aplicables a las grandes entidades.

Así son las empresas que redujeron la jornada laboral a cuatro días: “Funciona tanto la productividad como la conciliación, vivimos mejor”.
Guardar