El Grupo Pascual deberá compensar la decisión de Mercadona, que ha optado por retirar su leche de los lineales de muchos de sus supermercados. Tomás Pascual, el presidente de la compañía, ha comparecido ante los medios en una visita a la fábrica de Bezoya en Ortigosa del Monte (Segovia) por el 50º aniversario de la marca de agua mineral natural, donde ha destacado la intención de su firma de “hacer que los consumidores vayan a otro sitio a comprar” su leche tras quedarse fuera de las tiendas de Mercadona.
“Me preocupa no estar en todos los lineales. Intentaré estar en otros lineales y apostar fuera del hogar”, ha asegurado Pascual, al tiempo que remarcaba la necesidad de “hacer que los consumidores pidan nuestro producto y que vayan a otro sitio a comprarlo”. Además, el directivo ha expresado su interés en ofrecer una “propuesta de valor que sea mejor” a las otras y en escuchar más al consumidor, dando “respuestas más rápidas” a sus requerimientos y demandas.
El empresario ha aseverado que la industria “necesita a la gran distribución para llegar al consumidor”, por lo que todos los eslabones de su cadena deberían “trabajar conjuntamente” con el fin de lograr una mayor “colaboración”. Desde fuentes de Mercadona, señalan que Pascual es uno de sus grandes proveedores y que trabajan con muchos de sus otros productos, como pueden ser aguas (Bezoya), zumos (Bifrutas) o batidos, bebidas vegetales y leches básicas.
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El directivo de la empresa Pascual ha subrayado la importancia y el impacto de las marcas blancas o de distribuidor en el mercado, destacando que representan una “realidad” con una “ventaja competitiva” notable frente a otras marcas tradicionales, a las cuales les resulta difícil competir en igualdad de condiciones. Sin embargo, ha señalado que en el sector de las aguas minerales, esta ventaja es menos evidente debido a que los consumidores pueden distinguir más fácilmente las diferencias entre productos.
En este contexto, ha enfatizado la necesidad de que la industria y la gran distribución trabajen de manera conjunta, reconociendo que para llegar de forma eficaz al consumidor final es imprescindible el papel que juega la gran distribución. Por ello, aboga por una mayor colaboración entre ambos eslabones, con el fin de optimizar la cadena de valor y beneficiar tanto a los consumidores como a los diferentes actores del mercado.
Subida de precios en Pascual
Los productos de la compañía han sufrido una subida sustancial en sus precios en los últimos meses. El directivo ha remarcado la necesidad de “negociar un precio competitivo para asegurar que ganaban dinero”, pero que han mantenido su estructura de márgenes, reconociendo que “a veces no se llega a acuerdos fáciles”. El presidente ha apuntado que, en ocasiones, Pascual ha fabricado para terceros, pero nunca con la misma propuesta de valor de sus propias marcas. Frente a un escenario de moderación de precios, favorecido por la disminución en el costo de la energía y algunas materias primas, Pascual anticipa “cierta estabilidad durante un tiempo en costes”, así como una mejora en el poder adquisitivo. Esta percepción conduce a la empresa a mantener su enfoque en el crecimiento continuo.
Como parte de su estrategia de desarrollo y expansión, el grupo Pascual destina anualmente aproximadamente 25 millones de euros a la modernización de sus líneas de producción. Este esfuerzo no solo busca asegurar la calidad superior de sus productos y reforzar la seguridad, sino que también incluye inversiones destinadas a la adquisición de empresas o fondos dedicados a la comercialización de café, ampliando así su alcance dentro de la red de distribución.