Es difícil medir la felicidad de la ciudadanía, pero muchos persisten en su intento. Así, por el Día Mundial de la Felicidad el pasado 19 de marzo, varios estudios salieron a la luz que mostraban cómo estaban los niveles de alegría entre la población internacional. Informes como el de Ipsos mostraron una España que rompía la tendencia mundial: parece ser que en nuestro país es más feliz que hace una década. Los resultados evidenciaron que los españoles son un 7% más felices que en el año 2011.
La encuesta de Ipsos muestra que, en términos de salud, la gente está altamente satisfecha de forma física (73%) y mental (72%). Además, la mayoría (58%) afirma estar contento con su situación financiera. Pero no todos los datos son positivos. De hecho, el Informe Mundial sobre la Felicidad 2024, amparado por la ONU a través de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, da prueba de ello.
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Su análisis de 143 países, basado en la Encuesta Mundial Gallup, tiene en cuenta seis variables: apoyo social, libertad, generosidad, esperanza de vida con buena salud, PIB per cápita y percepción de la corrupción. Tras un profundo estudio, sus investigadores han colocado a España en el puesto número 36 de la felicidad mundial. Por delante se encuentran países vecinos como Francia (27) y naciones como Polonia (35), si bien se supera a Portugal (55), Italia (41) y Grecia (64).
No obstante, no todos parecen disfrutar de esta felicidad a la española: entre los menores de 30 años, la nación cae hasta el puesto 55. La diferencia es aún mayor si se mira la felicidad que reportan las personas mayores de 60, que se encuentran en el puesto número 29 de 143. Así, la variación generacional es de un total de 36 puestos.
Los jóvenes son menos felices
Esta tendencia no es única de España: también en Norteamérica la felicidad ha caído, algo que ocurre igualmente en Noruega, Suecia, Alemania, Francia y el Reino Unido. Por su parte, Portugal y Grecia muestran el patrón contrario. Es algo que se repite de forma general: la llamada “desigualdad de la felicidad” ha crecido más de un 20% en los últimos doce años entre grupos de edad.
En Europa Occidental, la evaluación vital entre los jóvenes es significativamente más baja en 2021-2023 que entre 2006-2010, pero las bajadas son menores para aquellos mayores de 60 años. A pesar de que esta “desigualdad de la felicidad” haya aumentado en la región, es todavía la que presenta menor variación, en comparación con el sudeste asiático o el África subsahariana.
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Las diferencias también se dan entre clases: si España se sitúa en el puesto 29 para aquellos de clase media alta, desciende hasta el puesto 40 para los de clase media baja.