Lo que pase en Álava el próximo 21 de abril no solo se quedará en esta provincia. La pugna entre PNV y EH Bildu por la victoria de las elecciones del País Vasco podría desencallarse en un territorio que, a pesar de tener mucho menos porcentaje de electores con respecto a las otras dos circunscripciones, reparte el mismo número de escaños: 25 diputados cada uno (75 en total).
Las siete formaciones con opciones de conseguir representación en la Cámara de Vitoria (PNV, EH Bildu, PSE-EE/PSOE, PP, Sumar, Podemos y Vox) miran a Álava con especial interés, un “mercado persa”, como definen en Ferraz ante la dificultad de hacer una estimación en esta circunscripción en medio de un escenario muy ajustado entre las dos fuerzas de ámbito vasco.
La demoscopia sitúa a PNV en cabeza en Vizcaya y a EH Bildu en Guipúzcoa. Álava, sin embargo, es una incógnita, aunque ya hay encuestas que han puesto a la izquierda abertzale por delante de la formación jeltzale. El último sondeo de la EITB apunta a una victoria de EH Bildu en este territorio (9 representantes y el 33,4 % de los votos frente a los 8 escaños y el 27,6 % de los sufragios del PNV).
El sistema del País Vasco es el único modelo electoral en España que no tiene en cuenta la población a la hora de proporcionar el número de miembros en el Parlamento. Es decir, el reparto de escaños en cada una de las tres circunscripciones es de 25 diputados. La franja de la mayoría absoluta se sitúa en los 38 escaños (75 en total). Asimismo, la ley electoral vasca establece un umbral mínimo del 3% de los sufragios para tener representación en la cámara autonómica.
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De las tres, en Álava es donde más barato sale el escaño porque se necesitan menos votos para obtener representación en el Parlamento vasco. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Álava representa el 14,57% del censo electoral (261.623 electores), mientras que más de la mitad de los vascos con derecho a voto (el 52,69%) pertenecen a la circunscripción de Vizcaya (945.874 votantes). Guipúzcoa supone el 32,73% del censo (587.709 electores).
En la última cita autonómica en el País Vasco, Vox consiguió su único escaño al superar el 3% en esta circunscripción. Los de Santiago Abascal solo necesitaron 4.734 votos, mientras que la coalición de PP y Cs necesitó hasta 14.086 papeletas para obtener un diputado en Guipúzcoa.
Qué votaron los alaveses en las últimas elecciones
Excepto en tres ocasiones (1986, 1998 y 2009), el PNV siempre ha sido la fuerza más votada en Álava en las 12 elecciones autonómicas de la democracia reciente. En los comicios de 2020, la formación jeltzale ganó con el 32,21% de los votos (nueve diputados). EH Bildu obtuvo seis (24,87%); el PSE-EE, 4 (15,64%); el PP, 3 (11,51%); Podemos, 2 (8,11%); y Vox, que obtuvo el 3,81% de los votos, logró su único diputado al rebasar en esta circunscripción el umbral del 3%.
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En cuanto a las elecciones forales de 2023, el PNV fue la primera fuerza, mientras a nivel municipal, EH Bildu obtuvo el pasado 28-M el mayor número de sufragios en esta provincia: 37.926 papeletas frente a las 36.463 del PNV. En los comicios generales del 23 de julio, los socialistas consiguieron la victoria con el 27.65% de las papeletas. EH Bildu quedó en segunda posición (19.54%), el PP fue la tercera fuerza (17.84%), el PNV, la cuarta (16.62%), Sumar obtuvo la quinta posición (12.73%), y Vox volvió a ser el último (3.86%).
En el cierre del plazo legal para publicar encuestas de cara a los comicios, hasta cinco sondeos (además del CIS de la semana pasada) otorgan a EH Bildu una victoria histórica en votos y en escaños sobre el PNV. En todo caso, la demoscopia augura un resultado muy ajustado, por lo que “el que gane en Álava, ganará en diputados”, tal como apuntó Asier Blas, profesor de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), en unas declaraciones a Infobae España.
No obstante, esta circunscripción también es una oportunidad para el resto de partidos y, más concretamente, para las formaciones cuya representación en la Cámara de Vitoria está en juego: Sumar, Elkarrekin Podemos-Alianza Verde y Vox. Para los de Yolanda Díaz, con Alba García liderando la lista, las elecciones del País Vasco del 21-A serán su primera prueba de fuego en este territorio a nivel autonómico. Los morados, en peligro de extinción tras los comicios municipales y autonómicos del 28-M y las generales del 23-J, se juegan su supervivencia en el País Vasco. Tampoco está garantizada la representación de la ultraderecha.
No obstante, más allá de hacerse con la hegemonía, la principal variante que definirá el nuevo Ejecutivo Vasco será si la suma de PNV y PSE-EE alcanza la barrera de la mayoría absoluta, esto es, 38 escaños. Los socialistas, que podrían volver a tener la llave de la gobernabilidad, defienden su intención de mantener su alianza con los jeltzales, alejando cualquier posibilidad de que EH Bildu se haga con la Lehendakaritza.