Pisos a precio de ganga: los bancos sacan a la venta viviendas por menos de 3.000 euros

La ventaja de comprar una casa a una entidad financiera es su precio, menor que el del mercado, y el mayor inconveniente es que en muchas ocasiones están en mal estado al proceder de embargos

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Carteles de 'Se Vende' en un edificio situado en la Glorieta de Embajadores de Madrid.
Eduardo Parra / Europa Press
Carteles de 'Se Vende' en un edificio situado en la Glorieta de Embajadores de Madrid. Eduardo Parra / Europa Press

La subida de precios de la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas de muchos españoles cuyos ingresos no les permiten ni comprar ni alquilar. Solo en el primer trimestre del año el precio de la vivienda usada ha subido un 1,8%, mientras que en el último año se ha disparado un 7%, lo que ha colocado el coste del metro cuadrado en 2.079 de media.

La subida es mayor en las grandes capitales como Madrid, en que entre enero y marzo los precios se elevaron un 5,3%, algo más que en Valencia, que lo hicieron un 5%; Alicante, con un 4,3%, o Barcelona, con el 3,6%, según datos de idealista. Además, ocho capitales cerraron marzo con precios en máximos históricos: Madrid, Valencia, Ceuta, Alicante, Barcelona, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria y San Sebastián.

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En este escenario, comprar una vivienda a precio de ‘chollo’ se ha convertido en una misión casi imposible, pero aún se pueden encontrar. Un nicho donde buscar gangas es en las ofertas de los bancos. Muchas entidades quieren soltar lastre y vaciar sus carteras inmobiliarias, a rebosar desde la crisis financiera de 2008, y ponen a la venta viviendas con precios, en general, más bajos que los de mercado: “Los bancos quieren venderlas para quitárselas de encima”, apunta Miquel Riera, experto en hipotecas de HelpMyCash

Pisos a 2.300 euros

Entre los pisos más económicos vendidos ahora por los bancos destaca uno anunciado en el portal de idealista situado en en el municipio valenciano de La Pobla de Villabona que cuesta 2.300 euros. Tiene 95 metros cuadrados y tres habitaciones. Su gran inconveniente es que antes de entrar a vivir en él hay que rehabilitarlo.

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Otro de los pisos ofertados por un banco se anuncia en el portal de Fotocasa. Cuesta 18.662 euros y está ubicado en el barrio sevillano de Torreblanca. Tiene 48 metros cuadrados distribuidos en salón-comedor, cocina, dos habitaciones y un baño. En el mismo barrio sevillano hay otro piso en venta por 2.203 euros. Tiene también 48 metros cuadrados, tres habitaciones y, según indica el anuncio, está reformado.

El detalle de la reforma es muy a tener en cuenta en este tipo de inmuebles, ya que muchos de ellos proceden de embargos debido a que sus anteriores propietarios no han podido pagar la hipoteca. En estos casos lo primero que suele hacer el banco es subastar la vivienda y si nadie puja por ella la pone en venta a través de sus propias inmobiliarias.

El Consejo de Ministros aprueba una línea de avales para la adquisición de viviendas. (Europa Press)

Precios bajos y financiación hasta del 100%

La principal ventaja de los pisos vendidos por los bancos es su precio, más competitivo respecto al de mercado, y la segunda es que los compradores tienen la posibilidad de que la entidad les financie el 100% del coste del inmueble y a un interés más bajo.

“En estos casos el banco ofrece hipotecas con mejores condiciones y hasta un 100% de financiación al comprar y un plazo para devolver el préstamo de hasta 40 años”, indica Riera.

Otra ventajas es que la tasación del inmueble está pagada si el embargo es reciente. “El banco habrá tasado la vivienda antes de ponerla a la venta para conocer su valor de mercado, así que el comprador se ahorrará tener que encargar y pagar una nueva tasación”. En este caso hay que tener en cuenta que si el embargo se produjo hace más de seis meses, hay que tasar de nuevo el piso y el comprador debe asumir este coste.

Gastos de rehabilitación

No todo son ventajas. Comprar un piso a un banco también tiene inconvenientes que el futuro comprador deberá sopesar. Uno de ellos es que pueden estar en mal estado debido a que al haber sido, en su mayoría, embargados llevan tiempo a la venta y pueden tener daños ocasionados por el paso del tiempo, por los anteriores propietarios o por posibles okupas. “Algunos, incluso, están tapiados para que no entre nadie, por lo que tocará al comprador pagar para reabrir la vivienda y reacondicionarla”, explica el experto de HelpMyCash.

Otro inconveniente es que pueden tener cargas debido a que pueden soportar un embargo pendiente por deudas con Hacienda o con la comunidad de propietarios. Es decir, “podrían embargar la casa si el antiguo propietario no paga sus deudas con Hacienda o podrían reclamar al nuevo propietario las deudas que haya pendientes con la comunidad”, advierte Riera.

Para evitarlo, la persona interesada en el inmueble puede revisar la nota simple del piso y el certificado de deudas con la comunidad. En ambos casos, el banco está obligado a entregar ambos documentos.

Otra desventaja que se suma a las anteriores es que la oferta de estos pisos es limitada. Los bancos no tienen viviendas en todo el país: “Las entidades solo tienen en stock las viviendas que todavía no han podido vender, que suelen estar situadas lejos de los principales núcleos urbanos”, reconoce el experto.

Por todo ello Riera solo aconsejan comprar pisos a los bancos cuando se trate de “una ganga”, ya que “hay bancos que sí se ven obligados a rebajar muchísimo el precio de sus viviendas, por lo que si un ciudadano encuentra un piso muy barato, le valdrá la pena comprarlo, aunque antes debe asegurarse de que está en buen estado y de que no tiene cargas”.

También son aconsejables para aquellas personas con pocos ahorros debido a que pueden pedir al banco una hipoteca que cubra hasta el 100% del precio del piso.

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