Conforme va avanzando el concurso de Supervivientes la audiencia tiene cada vez más claro quién quiere que sean los personajes que lleguen a la gran final. Si bien es cierto que estar en los cayos hondureños es un gran sacrificio, pues supone vivir pasando hambre y enfrentándose a duros retos, (casi) todos están dispuestos a esforzarse para tener opciones de ganar el premio: un cheque al portador de 200.000 euros.
Por eso mismo, Laura Matamoros se ha sorprendido tanto al saber que era la expulsada de la noche. Los espectadores tenían que elegir entre ella, Kiko Jiménez y Arantxa del Sol, puesto que Blanca Manchón había ganado un juego que la salvara de la expulsión, y la decisión no ha dejado de ser controvertida. ¿El motivo? La hija de Kiko Matamoros ha sido una de las que más juego han dado hasta el momento, y eso que no llegó a la isla como concursante inicial.
Además, hay que tener en cuenta que lo suyo ha sido una hazaña y es que la influencer llevaba varios días en Playa Limbo junto a Kiko Jiménez y el resto de concursantes que iban siendo expulsados cada semana. Es decir, que en ningún momento ha estado junto al grueso del grupo, que nunca supo que ella estaba ahí, ya que no se ha llegado aún al punto de la unificación de los dos grupos.
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Pero lejos de sacar la peor parte, Matamoros ha optado por dar la vuelta a una situación que no era fácil para ella y ha visto la mejor parte de todo ello: reencontrarse con sus dos hijos. “Esta experiencia ya la he vivido y ya me toca volverme con mis hijos, no podía más de no saber nada de ellos. Estoy feliz de haber vivido esta experiencia de esta manera, totalmente diferente de la primera. ¡Me voy a comer una hamburguesa!”, pronunció tras conocer su expulsión.
Y como no ha tenido contacto directo con buena parte de los otros concursantes, estos no han podido arroparla en su despedida. Sí lo ha hecho el que ha sido su gran apoyo en este tiempo, Kiko Jiménez. El novio de Sofía Suescun también se quedó muy sorprendido al saber que no compartiría más fatigas con Laura y, tras llevarse literalmente las manos a la cabeza, se quedó sin palabras. Al final, ambos se despedían con un intenso abrazo que deshacía a una de las grandes parejas de esta edición, pues han tenido varios rifirrafes que han dado vida a estas semanas de reality.
En las redes sociales, eran muchos los que se sorprendían con esta decisión y es que Laura Matamoros ha sido una sorpresa. Una vez que esté en España, además de volver a ver a sus hijos, Laura Matamoros tendrá que hacer frente al reencuentro con Makoke. Cabe recordar que empezó su concurso lanzando una pulla a la ex de su padre, contra la que pronunció el popular: “¡Makoke, a la calle!”.
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Un apasionado reencuentro
Y mientras que Laura se despidió de Supervivientes, Arantxa del Sol vivió uno de los mejores momentos: el reencuentro con su marido y su hija. Finito de Córdoba llegó a Honduras con el único objetivo de insuflar a su mujer fuerzas para seguir concursando y, aunque su encuentro requirió de una prueba, finalmente se abrazaron. “No se puede estar más bonita, qué guapa, ni el hambre te roba la belleza”, dijo este al verla y antes de darle un intenso abrazo.
El diestro aprovechaba para mandarle un mensaje de ánimo de toda la familia y le aseguró que todo “está fenomenal, no te puedes imaginar cómo está todo el mundo. Esta es la sonrisa que todos queremos ver”. Sin duda, el mejor ánimo para hacer Fernet a una nueva semana.