El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Almería ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) un total de 400.000 euros tras la muerte de un paciente que, tras acudir al Hospital Universitario Torrecárdenas, murió al no ser operado de la única intervención que daba opciones al hombre de sobrevivir.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Infobae, confirma que el equipo médico del hospital ni siquiera se planteó la cirugía que necesitaba el hombre, de 56 años, y el caso se dio por perdido. Los indicios médicos sospechaban que el hombre sufría un colangiocarcinoma —cáncer que se forma en las vías biliares—, pero en lugar de iniciar la cirugía que podría haber salvado la vida del hombre. “En ningún momento se contempló la opción tanto quirúrgica como de medicina intensiva que pudiera haber salvado al paciente de una colangitis”, reza el escrito de la jueza.
Por este motivo, la familia denunció a la sanidad pública de Andalucía y la Justicia ha indemnizado a la viuda, hijos y hermana con un total de 400.000 euros, reconociendo así que hubo una mala praxis en la actuación médica del hospital almeriense.
Te puede interesar: Sanidad anuncia un plan para revertir el consumo de psicofármacos: “Los usamos cuando se requieren soluciones sociales”
Se rechazó cualquier tipo de cirugía
El caso tuvo lugar en febrero de 2018, pero no ha sido hasta este mes de abril cuando la Justicia ha cerrado el caso. La sentencia aclara que la operación no hubiera significado de forma automática la supervivencia del paciente, de forma que la condena gira en torno a la decisión médica que ni siquiera contempló la cirugía. La operación ideal en este caso hubiera sido una resección (extracción) de las vías biliares para evitar su obstrucción.
Tras la muerte del hombre de 56 años, la familia recurrió a la Asociación El Defensor del Paciente, organización que ha llevado la defensa del caso y ha logrado la consiguiente victoria judicial. Una de las revisiones por parte de los peritos que han sido claves en el devenir del caso confirman la versión de que el procedimiento no contempló la vía más evidente para la salvación del paciente, pero tampoco una laparotomía exploratoria que hubiera servido para buscar obstrucciones o fallos en los órganos.
Otra de las medidas que ha sido cuestionada por la Justicia es que el paciente, cuando se encontraba en un estado grave de salud, no fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Una cadena de decisiones erróneas y un mal diagnóstico que desembocó en la muerte del hombre a los pocos días. El hombre ya venía desde otro hospital, pero su traslado no pudo evitar su fallecimiento. La sentencia explica que, en lugar de iniciar procedimientos médicos, se habilitaron otros como la atención psiquiátrica, de forma que se dio por perdido el caso sin haber hecho ningún tratamiento.
A lo largo del último año completo, la Asociación el Defensor del Paciente recibió en 2023 un total de 12.071 denuncias por negligencias médicas (1.540 menos que en 2022), de los cuales 602 fueron con resultado de muerte (97 menos), según recoge en su memoria anual que ha hecho pública este lunes.