Los 5 besos más recordados del cine español

El 13 de abril es el Día Internacional del Beso, y conmemora un acto que transmite una sensación de afecto, cariño y pasión. Características que forman parte también del cine español, y dentro del cual los directores han mostrado escenas de intensidad emocional entre parejas, familiares, e incluso relaciones que no han conseguido forjase en realidad. Repasamos las cinco mejores escenas de besos que hemos podido disfrutar en el cine español

El beso “no beso” más famoso del cine hispano-argentino. En una relación de amor no correspondido, Benjamín debe aclarar sus sentimientos hacia Irene, oscilando entre la admiración y el amor contenido, además de asumir el tiempo y las decisiones incorrectas. Una historia “de amor” de gran sutileza y profundidad que ofrece una mirada melancólica de oportunidades desaprovechadas. Protagonizada por Ricardo Darín y Soledad Villamil.

La relación de Rebeca y su madre, Becky, es muy compleja y llena de tensiones emocionales. Ella ha crecido bajo el desapego de ella, por lo que reclama y anhela su amor. Un vacío emocional que ha dejado durante toda su infancia y que impacta en su vida adulta, manifestándose en su inseguridad y búsqueda de aprobación. El perdón que buscan durante toda la trama tiene su culmen con un beso que sella los sentimientos de resentimiento y conflictos no resueltos.

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Este beso no es recordado por su pasión, sino por el significado que marca en la relación. Ambas chicas de etnia gitana están destinadas a casarse jóvenes y adoptar una vida de esposa y madre. Sin embargo, cuando Carmen conoce a Lola, una gitana abiertamente lesbiana, descubre a través de este beso su sexualidad y ambas comienzan una relación secreta en la que luchan por su amor. Interpretada por Rosy Rodríguez y Zaira Romero, la película transmite la búsqueda de libertad e identidad de las jóvenes que se crían en el machismo y el patriarcado.

El entramado de nostalgia y superación que rodea la película se recrea en los besos de Paz Vega. El sexo se utiliza como punto de apoyo a la trama y al desarrollo de los personajes, reflejando la realidad y entrelazándose con los recuerdos. Algo imprescindible en el descubrimiento personal de Lucía para poder superar la muerte de Lorenzo, interpretado por Tristan Ulloa.

Lo que comienza como un complot para separar a Silvia de su actual pareja, se tuerce en una trama de deseo y atracción genuina. Penélope Cruz y Javier Bardem encaranan a unos personajes manipuladores y juveniles con una gran carga erótica que desemboca con la pasión con la que se dan este beso. De hecho, ocurre en un momento en el que Raúl se encuentra jugando a las tragaperras en el bar. Silvia aparece para besarle de repente y dar rienda suelta a lo que sienten el uno por el otro, mientras él consigue hacerse con el premio gordo de la máquina, que simboliza así el clímax de su relación.

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