Los vecinos y vecinas del barrio madrileño de Puerta del Ángel, en el distrito de Latina, están hartos de la especulación inmobiliaria que los expulsa de sus casas, pero lejos de conformarse, este sábado 13 han convocado un paseo reivindicativo a las 12:00 en la Plaza de Santa Cristina para informar sobre esta situación y señalar al fondo de inversión que los acosa, BWRE.
Madlyn es el nombre de la inmobiliaria con la que BWRE ha aterrizado en los últimos años en este barrio, según explica el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid. Se trata de una empresa creada en el año 2012 por dos exdirectores de Aguirre Newman, consultora fundada por un hermano de Esperanza Aguirre, y con capital extranjero, que “cuenta con cientos de millones de euros invertidos en distintos activos inmobiliarios de la Comunidad de Madrid”.
Entre 2012 y 2016, “este fondo buitre fue uno de los protagonistas de la gentrificación del centro de Madrid, invirtiendo en más de 400 apartamentos en barrios como Malasaña, Chueca y Lavapiés”, lo que provocó la expulsión de cientos de vecinos, y “ahora ha encontrado en el otro lado del río una zona en la que especular a gran escala”, denuncia el sindicato en un comunicado.
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Desde el año 2018, añaden, Madlyn se ha hecho con decenas de bloques de viviendas en Puerta del Ángel y desde entonces llevan años “subiendo el precio de los alquileres en esta zona de manera abusiva, presionando a los mayores con rentas antiguas y echando del barrio a todas las que llevaban años viviendo en estos edificios para cambiarlos por turistas y rentas más altas”.
“Una amenaza para el tejido comercial tradicional”
De esa forma, y según han explicado los vecinos, los alquileres subieron de 600 a 1.300 euros en menos de dos años, por lo que la gran mayoría no puede afrontar ese aumento. El sindicato también asegura que ahora ese fondo de inversión ha decidido “centrarse en continuar con el proceso de gentrificación a través de los comercios, atrayendo a dueños de negocios del centro de Madrid para que repliquen este tipo de locales, con lo cual no solo se sigue gentrificando la zona y fomentando la subida de los precios, sino que supone una amenaza para el tejido comercial tradicional”.
Otro ejemplo de la consolidación de este proyecto se encuentra en el hotel Madrid Live Coworking, añade la organización, que también advierte de que BWRE pretende volver a repetir este proceso en otros barrios al sur de la M-30, como Carabanchel o Villaverde.
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El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, que en otras ocasiones ya se ha plantado frente a otros fondos de inversión que poseen cada vez más propiedades en la capital como Néstar, Elix o Blackstone, también denuncia la inacción de las instituciones al considerar que “permiten especular a estas grandes empresas para hacer negocio sobre la vida de las personas”.