La riqueza financiera de las familias españolas, que resulta de restar sus ahorros y sus deudas, aumentó en 2023 un 9,2% respecto al año anterior hasta rozar los 2,1 billones de euros, lo que supuso un nuevo récord histórico, según recogen las cuentas financieras publicadas este miércoles por el Banco de España. También reflejan una moderación de la deuda de los hogares hasta el 46,9% del PIB, porcentaje que no se alcanzaba desde septiembre de 2001.
Así, los activos financieros de los hogares, que integran el dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta, se incrementaron un 5,95% respecto a 2022, hasta los 2,83 billones de euros. En cuanto al producto interior bruto (PIB), los activos financieros netos representaron un 193,7% a cierre de 2023, ratio que es 4,8 puntos porcentuales inferior a la de un año antes. Esta caída se explica por el crecimiento de la economía.
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Las cuentas del Banco de España reflejan que el grueso de los activos financieros de los hogares españoles se mantuvo en 2023 en efectivo y depósitos, con el 38% del total, seguido de participaciones en el capital, que supone un 30%; en fondos de inversión, con un 15%, y seguros y fondos de pensiones con el 13%.
En tanto que las participaciones en fondos de inversión fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares, 1,1 puntos porcentuales respecto a un año antes, mientras que el peso del efectivo y los depósitos fue el que más cayó, 2,7 puntos porcentuales.
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Una deuda de 1,6 billones
La deuda consolidada de las familias y empresas no financieras fue de 1,632 billones de euros a finales de 2023, un 1,8% menos que un año antes. En términos de PIB, la ratio se moderó en un año desde el 123,4% hasta el 111,6%, porcentaje que no se veía desde marzo de 2022.
En cuanto a la deuda consolidada de las empresas se redujo desde los 958.400 millones de finales de 2022 a los 946.600 millones de cierre de 2023, lo que supone el 64,7% del PIB, frente al 71,2 % de un año antes. Si se incluye la deuda entre empresas, la ratio se eleva al 81,7%, por debajo del 92,2 % de un año antes.
En el caso de las familias, la deuda pasó de 703.600 millones de diciembre de 2022 a 685.400 millones a cierre de 2023. Mientras que respecto al PIB, la ratio de deuda de los hogares disminuyó hasta el 46,9% en 2023, porcentaje inferior al 52,3 % de un año antes y el más bajo desde septiembre de 2001.
Esta evolución de la deuda consolidada de las empresas y de los hogares se explica, principalmente, por los valores negativos de las operaciones netas acumuladas; mientras que los otros flujos registraron unos valores ligeramente positivos, según el Banco de España.
Así, el importe de las operaciones netas acumuladas en 2023 se situó en 32.500 millones de euros, lo que supuso una caída del 2,2% en términos del PIB. Las empresas disminuyeron su deuda en 17.300 millones por las operaciones netas, un 1,2% del PIB, si bien el efecto del alza de los precios de sus valores emitidos de renta fija compensaron ligeramente la contracción. Mientras que las familias redujeron su deuda por unas operaciones netas de 15.200 millones, un 1% del PIB.