Una española que vive en EEUU comparte el choque cultural que más le sorprendió: “Imagínate la cara de mi abuela cuando vino a visitarme…”

Los españoles se sorprenden cada día con las costumbres de los estadounidenses. Ya sea por su afición a freír alimentos que jamás nadie bañaría con huevo, harina y pan en la península, su carencia de sistema sanitario público o la necesidad de desplazarse en coche hasta para ir a por pan (siempre de molde), parece que todas las semanas aparece una nueva curiosidad sobre la primera potencia del mundo que sorprende al resto de ciudadanos al otro lado del Atlántico.

En esta ocasión, la tradición que tanto ha extrañado aquí en España ha sido difundida por una compatriota, que ha compartido en la red social TikTok el choque cultural más impactante desde que se mudó a Estados Unidos. Ella es Rocío Jiménez, alias @elchoudero en internet, una profesora de español que reside en el país norteamericano, en sus palabras, “living la vida loca”.

La joven ha definido esta diferencia como un “choque cultural eructante” que todavía le sorprende. De eso justo trata la situación: la costumbre de los estadounidenses de tirarse eructos en cualquier momento, “ya sea en restaurantes, tiendas, por la calle...”. “Lo que yo percibo es que por aquí es algo normal porque la gente, cundo escucha a una persona tirarse un eructo que parece un león, nadie mira”, asegura Rocío.

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Si Rocío todavía se sorprende, todavía más lo hacen sus amigos y familiares cuando viajan para verla. “Imagínate la cara de mi abuela cuando vino a visitarme”, cuenta la chica en su vídeo. Un día fuimos al McDonald’s y había un señor adulto venga a tirarse eructos. Mi abuela estaba escandalizada”, comenta.

Rocío acumula distintas historias sobre la costumbre norteamericana, que en España se considera de muy mala educación, desagradable y hasta guarra. “El colmo de los colmos” lo vivió durante una de sus clases en la universidad: “Yo un día estoy en clase y, de repente, hay un estudiante que se tira un eructo”, sin que nadie protestase, por supuesto. “Gracias a Dios esto no me pasó al principio, sino cuando ya conocía un poco el tema. Supe que tenía que correr un tupidito velo”, reflexiona.

Ella no es la única que se ha encontrado de frente con esta costumbre tan desagradable para los españoles. En sus comentarios, otra chica comenta que en su segundo día de trabajo sufrió las consecuencias de esta actitud. “En mi segundo día de trabajo me eructó mi jefe en la cara y ni perdón dijo”, escribe esta persona.

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A algunos de los seguidores de Rocío esta costumbre les es ya familiar, si bien no de Estados Unidos, de otras culturas orientales que acostumbran a hacer este gesto para comunicar que han disfrutado la comida. Otros, no obstante, tienen otras explicaciones de por qué nadie se molesta cuando la gente eructa: “Si eso pasara en España, apestaríamos todo a olor a chorizo, allí huele a nada...”.