La participación de Israel en Eurovisión sigue generando controversia. Tras la tensión que se vivió este fin de semana en la celebración de la Eurovision Party en Londres y el acoso recibido por el representante de Reino Unido, Olly Alexander, la organización del certamen ha emitido un comunicado en el que reconoce los sentimientos que despierta entre el público la guerra en Oriente Medio, pero pide respeto hacia los artistas que forman parte del concurso musical.
Jean Philip De Tender, director general adjunto de la Unión Europea de Radiodifusión, ha expresado que la institución “reconoce la profundidad de los sentimientos y las fuertes opiniones que ha provocado el Festival de la Canción de Eurovisión de este año, con el telón de fondo de una terrible guerra en Oriente Medio”.
“Entendemos que la gente querrá participar en el debate y expresar sus opiniones profundamente arraigadas sobre esta cuestión. Todos nos hemos visto afectados por las imágenes, las historias y el dolor incuestionable que sufren quienes están en Israel y Gaza”, prosigue la nota. No obstante, la UER se pronuncia sobre el debate público generado por la participación de Israel en el festival y “las campañas específicas en las redes sociales contra algunos de nuestros artistas participantes”.
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Así, la organización insiste en que ya ha explicado los motivos por los que la cadena israelí KAN ha sido admitida como participante y recuerda, en cualquier caso, que esta decisión “es responsabilidad exclusiva de los órganos rectores de la UER y no de los artistas individuales”. “Estos artistas vienen a Eurovisión para compartir su música, cultura y el mensaje universal de unidad a través del lenguaje de la música”, añade el directivo.
De Tender afirma que el certamen apoya “la libertad de expresión y el derecho a expresar opiniones en una sociedad democrática”. Pero también expresa su firme oposición “a cualquier forma de abuso, discurso de odio o acoso en línea dirigido a nuestros artistas o cualquier persona asociada con el concurso. Esto es inaceptable y totalmente injusto, dado que los artistas no tienen ningún papel en esta decisión”.
El representante de la UER asegura que todo el equipo seguirá “trabajando estrechamente con todas las partes interesadas para promover los valores de respeto, inclusión y comprensión, tanto en línea como fuera de línea”.
Finalmente, el comunicado insta a los seguidores del certamen europeo “a participar en un diálogo respetuoso y constructivo y apoyar a los artistas que están trabajando incansablemente —en lo que es un espectáculo de música y entretenimiento— para compartir su música con el mundo”.
Acoso a Olly Alexander
Este paso al frente por parte de la UER se produce después de que el pasado fin de semana, durante la celebración de la Eurovision Party en Londres, el representante de Reino Unido en Eurovisión 2024, Olly Alexander, sufriera una incómoda situación de acoso por parte de grupos propalestinos.
El artista, que firmó una carta abierta junto a otros participantes para pedir un alto en fuego en Gaza, fue presionado para sumarse a al boicot al festival retirando su candidatura del mismo, una tesitura que le provocó evidente malestar, mostrándose desanimado e incómodo durante su actuación en el evento.