Del tiro en el pie a las tarjetas ‘black’: los incidentes que convierten a Froilán en la oveja negra de los Borbón

El hijo de la infanta Elena ha sumado una nueva polémica a su curriculum tras ser visto saliendo de un after horas después de asistir como invitado a la boda de Almeida y Teresa Urquijo

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Froilán en una imagen de
Froilán en una imagen de archivo. (Europa Press)

Froilán, el hijo mayor de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, es el miembro más polémico de los Borbón. Desde que apenas era un niño ha saltado a los titulares en una infinidad de ocasiones que le han convertido en el dueño de un extenso curriculum del que no solo no consigue desprenderse, sino que sigue aumentando. El último episodio con el que ha ampliado esta fama tan curiosa ha tenido lugar este mismo sábado tras la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, a la que asistió como invitado.

Este enlace era su regreso público a España tras muchos meses en el extranjero, pero según desveló el programa Socialité, en cuanto se le prestó la ocasión se fue de la celebración para volver a las andadas e irse de fiesta. El programa de Telecinco desveló que el joven acabó la noche en una discoteca de la capital que celebraba su primer aniversario y cuando cerró, sobre las 6 de la mañana, se trasladó a la localidad de Leganés para seguir con la fiesta en un after, del que salió sobre las 11 de la mañana del domingo.

Como en otras ocasiones, desde su entorno ha guardado silencio, pues se entiende que todo esto pertenece a la vida privada de Froilán pese a que pueda salpicar a su apellido y lo que este representa.

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Una de las cosas más llamativas es que esta noticia no sorprende. Froilán ha sido así toda su vida, ha hecho lo que ha querido cuando ha querido, casi ajeno a su pertenencia a la familia del Rey. Lo que ha cambiado con el paso de los años es que, lo que cuando era un niño era achacado a su espontaneidad de infante y sus salidas de tono eran vistas como simples ‘gracietas’, con el tiempo pasó a verse como una actitud inapropiada.

Jaime de Marichalar y su
Jaime de Marichalar y su hijo Froilán. (Europa Press Reportajes / Europa Press)

La primera de estas polémicas la protagonizó con apenas cinco años, cuando en la boda de sus tíos, los ahora reyes Felipe y Letizia, le dio una patada a una de las damas de honor, su prima Victoria López-Quesada, que por entonces tenía siete años. Si bien solo era un niño, la anécdota sigue siendo recordada a día de hoy como la primera de sus muchas controversias.

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Al contrario que a sus primos Urdangarin, Froilán siempre se ha mostrado tenso, e incluso agresivo, con la prensa. Cuando era un niño, en el año 2010, dejó una imagen para la posteridad que acaparó las portadas cuando hizo una peineta a las cámaras, mostrando su dedo corazón bien extendido mientras hacía que se rascaba la cabeza.

Froilán con su abuela, la
Froilán con su abuela, la reina Sofía, haciendo un gesto a la prensa. (Europa Press TV / Europa Press)

Pero el suceso que realmente marcó un antes y un después llegó a sus 13 años, cuando se conoció que se había disparado en un pie con una escopeta y había tenido que ser operado. La casa real anunció en un comunicado que fue un “accidente cuando realizaba prácticas de tiro en el patio de su casa, acompañado de su padre”, pero la reina Sofía confesó -sin querer- que estaba de caza. A todo esto hay que sumarle que el uso de armas está prohibido a menores de 14 años.

El comentario racista

Cuando empezó a disfrutar de salidas nocturnas su nombre tampoco fue ajeno a los titulares. Uno de los episodios que más polémica sembraron sucedió cuando intentó saltarse la cola en una atracción del Parque de Atracciones de Madrid y un joven de origen asiático se lo recriminó. “¡Tú cállate, puto chino!”, le espetó el sobrino de Felipe VI, que no terminó ahí la salida de tono y es que, cuando le llamaron la atención otros de los presentes soltó un “usted no sabe con quién está hablando”.

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Froilán en una imagen de archivo del año 2022. (Francisco Guerra / Europa Press)

Y no hay que olvidar una de las resoluciones que llevaron a Juan Carlos I al escarnio público, el uso de tarjetas black que, según se conoció en 2020, también llegaron a manos tanto de Froilán como de su hermana, Victoria Federica. No solo las utilizó el emérito, también varios miembros de su familia como sus dos nietos, que las usaron de manera personal para desplazarse en Uber, hacer compras en El Corte Inglés.

Si bien no se sabe qué cantidad se gastó Froilán, las investigaciones concluyeron que por esas tarjetas pasaron unos 25.000 euros anuales en al menos tres ejercicios. Una cantidad a tener más que en cuenta.

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