El primer ministro francés, Gabriel Attal, sorprendió al país el pasado sábado 6 de abril. En una entrevista a un grupo de medios regionales sobre proyectos para mejorar la sanidad pública, Attal anunció que a inicios de 2025 se implantará una multa para aquellos pacientes que no asistan a sus citas médicas sin avisar.
La sanción pretende “responsabilizar” a las personas que falten a consulta si no avisan con una antelación mínima de 24 horas. Según el colegio de médicos de Francia, a los facultativos les cuesta un total de 27 millones de euros anuales a causa de estas citas perdidas. Así, el primer ministro ha asegurado que la medida permitirá recuperar “entre 15 y 20 millones de citas médicas cada año” y que ayudará a simplificar el trabajo de los sanitarios. “Queremos mantener el mejor y más bello sistema de salud del mundo”, ha declarado Attal en sus redes sociales”.
La multa no distinguirá la situación financiera del paciente e irá directamente al bolsillo del profesional. La cantidad a pagar por parte del paciente será de cinco euros, si bien en un principio se planteó que fuesen diez euros (cinco para el médico y cinco para la Seguridad Social).
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El cobro se registrará directamente en la cuenta bancaria de la persona ausente, siempre que esos datos se hayan proporcionado en el centro sanitario. Ahora bien, el pago no será automático: será el médico quien ejecutará o no la sanción finalmente. Así, si valora que su paciente no tenía manera de anular la cita o que se encuentra en una situación precaria, podrá eliminar la multa.
Mónica García rechaza implantar la multa en España
El anuncio ha causado revuelo en Francia y ha llegado a oídos del Ministerio de Sanidad español. No obstante, parece que nadie se plantea implantar esta medida en nuestro país. “Yo no pondría el foco ahí”, ha respondido la ministra Mónica García durante un desayuno informativo. García ha abogado antes por hacer “un poquito de pedagogía de lo que significa una cita médica, de lo difícil que es ahora mismo tener una y el valor que eso tiene” que por establecer modelos impositivos.
Durante el desayuno, la ministra ha anunciado que esta semana se darán “los primeros pasos normativos” de la ley de gestión pública del Sistema Nacional de Salud. García subrayó la importancia de esta medida como “cerrojo” a las malas prácticas necesario para proteger la integridad del sistema de salud público. Así, aspira a que la ley no sea solamente del Gobierno, sino que aspira a que se “escriba con las manos de todos aquellos colectivos que llevan mucho tiempo luchando a favor de la sanidad pública”.
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Porque una cosa es la sanidad privada, a la que solo pide que “lo haga bien y que trate bien a sus pacientes”, y otra “la privatización obscena de la sanidad”, que es la que detrae los recursos de la pública.
*Con información de EFE